“El presidente Manuel Zelaya fijó una posición hace un par de semanas atrás que fue negativa con respecto a las elecciones del 29 de noviembre pasado, en su propio país y también con respecto al proceso del pasado miércoles en el Congreso, previsto en el artículo 5 (del Acuerdo Tegucigalpa-San José firmado por las dos partes en conflicto)”, dijo un funcionario del gobierno de Barack Obama ayer.
“Entonces es posible que eso haya condicionado el resultado. No sabemos si el resultado hubiera sido diferente si él hubiera adoptado un enfoque más positivo con respecto al proceso, pero ciertamente el adoptó un enfoque muy negativo”.
Este es un indicador más de que EE.UU. ya ha dejado caer a Zelaya. Pero no fue el único. Cuando se le preguntó cuál sería el próximo paso con respecto a Zelaya, el funcionario dijo que había que preguntárselo a él. “¿No cree usted que EE.UU. tiene algo de responsabilidad con respecto al destino personal o a lo que va a pasar con él en los próximos días o semana?”, insistió el periodista
“Bueno, ciertamente, nuestro embajador ha estado conversando con él. Y eso es algo que él debe enfocar; es algo en lo que nuestra embajada está trabajando. Pero él realmente es el que va a tener que decidir.”
Consciente de que hay muchos países en la región que siguen oponiéndose a reconocer el resultado de las elecciones en Honduras, el subsecretario para Asunto Hemisféricos, Arturo Valenzuela, adoptó un tono mucho más conciliador: explicó que el gobierno de Obama estaba decepcionado porque tenía la esperanza de que el Congreso restituyera a Zelaya.
Valenzuela dijo además que si bien la decisión tomada por el Congreso, se llevó a cabo de una manera abierta y transparente y según el Acuerdo de Tegucigalpa-San José, eso no significa que el orden constitucional y democrático no haya sido reducido ya en Honduras.
Según él, todavía hay que establecer un gobierno de unidad nacional y una Comisión de la Verdad (esto también lo pide el candidato electo, Porfirio Lobo) para que Honduras pueda regresar a la OEA cumpliendo con los términos de la Carta democrática. Esta es la posición que EE.UU. adoptará durante la reunión extraordinaria de la OEA que desarrollara hoy a partir de las 15 horas.
A diferencia de lo que ocurrió durante la Cumbre Iiberoamericana en Estoril donde los países dejaron en manos de Portugal la elaboración de un comunicado sobre Honduras, en la OEA cada representante tendrá que fijar posición. Allí se verá la relación de fuerzas entre quienes se alínean con EE.UU. (Colombia, Panamá, Perú, Costa Rica y algunos países de América Central) y los que se sumarán a la posición de los países del Cono Sur, como Brasil y Argentina, que no quieren reconocer el resultado de una elección considerada ilegal.