Así es la resistencia, basta que unos empiecen a caminar, y van saliendo de las casas unos para sumarse a la caminata y otros a saludar levantando la mano en señal de fuerza, solidaridad y confianza en la victoria. Salieron señoras en camisón y señores en “ropa de dormir” a saludar a los buyarangueros que pasaban en frente de sus casas. Sonamos pitos, latas, cacerolas, y hasta bombos u cuervos. A final todo nos despedimos con un aplauso a los jóvenes y las mujeres y partimos contentos de haber repudiado el golpismo y a los golpistas, haber expresado pacíficamente la defensa, apoyo y respeto a la voluntad popular y además de haber manifestado nuestro sueño con una sociedad más justa y verdaderamente democrática.