Al final los participantes emitieron la Declaración de Unidad y Resistencia de los Pueblos Centroamericanos, que establece el compromiso de fortalecer la unidad entre los pueblos articulando propuestas para la construcción de una sociedad más justa frente al modelo de dominación mundial, que se impone mediante el saqueo, la transnacionalización, militarización, privatización, destrucción ambiental y el consumismo.
El documento también señala la agudización de los problemas sociales, económicos, políticos y culturales. Establece la urgente necesidad de trabajar por la unidad del movimiento social en un proyecto regional latinoamericano que asegure la existencia de futuras generaciones.
Asimismo reitera su rechazo total al modelo neoliberal y sus políticas, por considerar que atentan contra la existencia de los pueblos de Centro América y “reafirmamos el compromiso de defender la autodeterminación a la que tenemos derecho”. Concluye la declaración final, con fecha 17 de febrero del 2008.
Gerey