Los 4,800 millones de lempiras destinados al gabinete agrícola son consumidos por 5,000 empleados que se atrincheran en la capital porque no conocen las zonas rurales, aseguró el diputado udeísta, Marvin Ponce.
A criterio de Ponce el reclamo de tierras por parte de las organizaciones campesinas es justo, porque no hay respuestas de parte del gobierno y las instituciones relacionadas con el agro se han convertido en fábricas de burocracia improductiva de políticos y no le sirven de nada a los pequeños productores.