La globalización económica es una máquina que se alimenta con sangre y defeca dólares, dijo recientemente el sub(comandante zapatista Marcos, en un mensaje de apoyo a las protestas de grupos anti)globalización registradas en Cancún horas antes de la cumbre de ministros de economía de la Organización Mundial del Comercio OMC.
Según Marcos la globalización económica también globaliza el cinismo, la estupidez y la guerra, en tanto que hay otro tipo de globalización en la que los campesinos e indígenas pueden construir un nuevo camino.
Los rebeldes del Estado de Chiapas que se dieron a conocer el primero de enero de 1994, justo cuando entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, respaldaron la lucha de los campesinos e indígenas “por la soberanía alimentaria, la autodeterminación y la resistencia frente al comercio mundial”.