“Lo que se vive en el campo educativo, ya tiene todas las
características de una crisis y es una emergencia nacional porque estamos hablando del destino de los hijos de todos los hondureños”, manifestó el Comisionado de los Derechos Humanos, fuertemente criticado por la población en resistencia, por haber posicionado a favor del Golpe de Estado del 28 de junio del 2009.
Cuestionó además a los lideres magisteriales, a quienes acusó de irresponsables, y recordó a los maestros son empleados públicos, y dijo que cada día que los maestros se niegan a impartir clases, es un atentado al derecho a la educación contra los niños y las niñas pobres de este país.
Asimismo afirmó, que el Estado no tiene la obligación de pagarle a los profesores que no cumplen con sus deberes de impartir clases y lamentó que haya funcionarios blandengues en los cargos públicos, a los que les da miedo echarse el trompo a la uña.
Hizo hincapié en que “Ningún gobierno, ha habido la gente que tenga la entereza de carácter para aplicarles la Ley”, para luego agregar que los estatutos han venido creando en esta Honduras un Estado de desigualdad.
Argumentando que los estatutos generan tal grado de desigualdad, que de los miles de millones que se pagan en salario a los maestros, el Estado no recibe nada en materia de impuestos. ¿Cuánto pagan en impuestos?, se preguntó. Eso no lo dice la dirigencia magisterial, comentó.
¨Hay que estudiar a fondo el Estatuto del Docente porque el mismo fue creado para que el sistema educativo funcionara adecuadamente y no simplemente como un manual de puestos y salarios. Los reclamos continuados de estos dirigentes magisteriales, que hacen una profesión y oficio de ser dirigentes, está encaminado siempre a la cuestión
salarial, precisó.
Dijo que para evitar que los dirigentes magisteriales sigan poniendo de rodillas a los presidentes y los ministros de turno, es urgente establecer orden en la sociedad, mediante el respeto de la Ley y el complimiento de la Constitución, empezando por no pagarles a los huelguistas, los días que no trabajan.
Finalmente exhortó a los padres de familia que se organicen y reclamen el derecho a la educación que tienen sus hijos.
*Los monopolios de la comunicación reducen a los seres humanos a masas manipuladas, incapaces de discernir y de decidir libremente, pues les inducen a un conformismo y una pasividad peligrosamente regresivos, hasta llevarlos a olvidar el mundo injusto, absurdo, cruel y trágico en el que
viven.*