7 mil giros por día y un giro de por vida

Wilmer Bonilla pegaba las mangas a más de mil camisetas de la marca Anvil cada día. Esto significaba repetir miles de veces los mismos movimientos de brazos y unos 7 mil cortos giros de cintura. Pronto alcanzó gran velocidad, pero al tiempo comenzaron los problemas de salud que ahora podrían dejarlo lisiado para el resto de su vida.

El ex-obrero trabajó en la fábrica maquiladora Star S.A. de la ZIP El Porvenir, en El Progreso, desde abril desde 2001, después de dos meses de esperar que lo contrataran.

Los dolores de espalda comenzaron seis meses después de comenzar a trabajar, sólo pasaban dos horas para que comenzara el punzante dolor en la espalda. Los primeros días fue a consulta con el medico de empresa, Hector Bonilla, quien le daba sólo analgesicos, y después Wilmer tuvo que comprar el mismo las pastillas para calmar el dolor.

Después que se practicó una tomografía el doctor de la empresa le explicó que su problema era en el área lumbosacra y que fue ocasionado por el movimiento en el trabajo de la empresa; misma que funciona bajo el sistema de 4X4 donde se trabajan cuatro días y cuatro se descansan; esta forma de trabajo exige mas y mayor actividad, porque se trabajan 11 y media horas diarias.

Cuando quiera renunciar…
“No podía estar sentado por mucho tiempo, para aguantar un poco me paraba por ratos. Al principio aguantaba el dolor, tomando pastillas, pero despues se hizo mas fuerte y pedí permiso para descansar y la respuesta que me dio la Jefa de Recursos Humanos Wendy Aguirre fue: cuando quiera renunciar sólo diganos”, relata WIlmer.

El dolor era intenso, pero la necesidad lo obligó a seguir trabajando. En la tomografía, que costó más de 800 lempiras y pagó de su bolsa, se pudo apreciar el daño. El doctor Ie diagnosticó hernia discal, por 10 cual debía cuidarse de no levantar mas de 25 libras.

Trabaj6 durante un año y tres meses pero al cabo de este tiempo tuvo que renunciar, agobiado y sin saber que hacer por el fuerte dolor. Por más que solicit6 ayuda a la administración de Star, la respuesta fue la misma: “la empresa no le puede ayudar”.

EI costo de la salud
AI renunciar la empresa sólo le pagó mil 200 lempiras que Ie correspondian por derechos adquiridos, lo cual no le sirvió absolutamente de nada para recuperar su salud.

Sólo unas inyecciones que se aplicó en los huesos Ie costaron 500 lempiras cada una. Aparte se ha aplicado otros tratamientos con pastillas y una fisioterapia para buscar el alivio que nunca llegó. Según el último doctor que lo trató, sólo una operación podría curarlo de su padecimiento, pero también es probable que resulte lisiado después de la intervención. La operación vale 80 mil lempiras, mas o menos lo que Wilmer recibió

de salario durante todo el tiempo que trabajo en Star. Pero antes debe hacerse un examen de resonancia magnetica que vale mas de 7 mil lempiras, para confirmar el diagnostico.

Como su humilde familia no tiene recursos económicos, se ve obligado a asistir al hospital público Mario Rivas, donde en la última consulta le dieron una cita para dentro de seis meses.

Lleva más de un ano de padecer su enfermedad y no trabaja desde julio. Su vida familiar también ha sido afectada, ahora no puede realizar ni las más sencillas activada des en el hogar donde vive junto a su esposa que tambien hace camisetas en la maquila.

A sus 22 años, para Wilmer lamaquila paso de ser la gran oportunidad para ganarse la vida a una amarga experiencia imposible de olvidar. Desgraciadamente dolores como los de Wilmer también los están padeciendo miles de mujeres y hombres que laboran en la industria maquiladora, sometidos a ritmos y sistemas de produccion que aumentan productividad y ganancia, pero destruyen la salud de la juventud trabajadora.

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