San Pedro Sula. El despido de Melvin Francisco Castellanos, quien laboraba para la maquiladora
Gildan Hontex, de origen canadiense, fue el motivo de un plantón de protesta realizado en octubre, por unas 30 féminas de la Colectiva de Mujeres Hondureñas, Codemuh, frente a las instalaciones de la Secretaría del Trabajo de esta localidad. Durante los cinco años Melvin ejerció funciones de abastecedor de 881 libras diarias de telas para diferentes máquinas, lo que derivó en un daño de tendinitis bicipital. El Instituto Hondureño de Seguridad Social, Ihss, calificó el caso de Castellanos como una enfermedad profesional y aconseja la reubicación del afectado en otro puesto de trabajo, ante lo cual la empresa maquiladora hizo caso omiso y prefirió despedirlo.
“Este un caso más donde no cabe duda cómo los derechos laborales se continúan violentando y a pesar que el derecho al trabajo y a la vida son una garantía constitucional”, manifiesta Nohemí Dubón, activista de Codemuh. “Enfermarse en las maquilas es un delito, porque al enfermarse despiden a los obreros o los obligan a renunciar”, manifiesta Nohemí. Recalca que los trabajadores, al verse entre la espada y la pared optan por renunciar de sus trabajos antes que exigir el cumplimiento de sus derechos.
IHSS, recomienda reubicarlo y Gildan lo despide
San Pedro Sula. A pesar que el dictamen médico del Instituto Hondureño de Seguridad Social, Ihss, describe como una enfermedad profesional, el obrero Melvin Francisco Castellanos fue despedido injustamente por Gildan Activewear Hontex. Melvin adquirió la enfermedad por el trabajo que realizó en esa maquiladora. La dolencia en los hombros de Melvin es una tendinitis bicipital, más calcificaciones del supraespinoso. Gildan se niega a reubicar a Melvin en un nuevo puesto para no continuar afectando sus hombros. El artículo 442 del Código del Trabajo establece que cuando un empleado adolece de un daño parcial permanente y ocasionado por el trabajo que realiza, la empresa debe reubicarlo y no despedirlo.
Dictamen a su favor
Durante cinco años con cinco meses Melvin laboró en el área de cintas, como abastecedor de telas para diferentes máquinas, movilizando 881 libras, y también se desempeño en otros puestos. En el 2007 le detectaron la enfermedad y en el presente año la Comisión Técnica de Riesgos Profesionales del Ihss lo favoreció con un dictamen para reubicarlo a un puesto donde disminuya los movimientos repetitivos del hombro afectado, pero la maquiladora, de capital canadiense, en vez de reubicarlo lo despidió. “Es una injusticia lo que han hecho conmigo. En primer lugar tengo una familia que mantener; en segundo lugar, si voy a otra empresa no me dan empleo por el daño permanente que sufrí en Gildan Hontex”.
A criterio de Melvin, la empresa justifica su despido en alegar que no hay puesto donde reubicarlo, y si lo hay no llena los requisitos.
“Es decir que Gildan, maquiladora que se ufana de la Responsabilidad Social Empresarial, se deshacen de los trabajadores enfermos de la manera deshumanizada y contrariando los derechos de los trabajadores”, afirma el afectado. En la carta de despido que Melvin mantiene en su poder la empresa no especifica las labores que realizaba, sino otras funciones que nunca desempeñó.