Reprimen a obreros de Amarateca

Unas cuatro mil obreras y obreros de la fábrica maquiladora Costuras Manufacturing Group, ubicada en la Zona Libre Amarateca, en las cercanías de Tegucigalpa, se tomaron el acceso principal de la empresa y la carretera que de la capital hondureña conduce a la zonas norte y occidente del país, exigiendo respeto a sus derechos laborales.
Aunque el reclamo de los obreros es justo, una vez más ha quedado evidenciada la protección que el Estado les brinda a los empresarios, sin importar las violaciones laborales que éstos cometan en contra de sus empleados, pues a menos de cuatro horas de mantener tomada la carretera, autoridades del Ministerio del Trabajo, militares y policías intentaron persuadir a los manifestantes a suspender sus medidas de presión, sin ofrecerles nada a cambio.

Los obreros concientes de su situación se negaron a abandonar la lucha, por lo que de manera inmediata elementos de la policía y del ejército procedieron a desalojarlos de manera violenta, despejando la vía para que pudieran transitar centenares de vehículos que se mantenían a uno y otro lado.

Causas
Cansados de sufrir atropellos a sus derechos laborales, la mañana del jueves 22 de marzo los trabajadores decidieron manifestarse en contra las pésimas condiciones laborales, cobros injustificados y la falta de pago de un aumento salarial de 46 lempiras que desde el año pasado les adeudan.

La manifestación inició con un paro de labores en la empresa, el cual se extendió a la toma de la carretera del norte, donde los obreros denunciaron que la empresa ha reducido de 25 a 10 minutos el tiempo para que puedan comer y que cuando un trabajador se encuentra enfermo y solicita permiso para ir al Seguro Social, le deducen 300 lempiras.
Asimismo revelaron que la empresa ha despido el personal de aseo y obliga a los operarios a realizar labores de limpieza. También evidenciaron la poca importancia que los empresarios les dan a los trabajadores, pues no los dota de mascarillas sino que cada uno tiene que comprarla.

Revelaron que en la fábrica Costura, una de sus compañeras que padecía de asma sufrió complicaciones de su enfermedad mientras se encontraba trabajando, pidió permiso para buscar asistencia médica, pero debido a la tardanza de sus jefes para concederle la autorización, falleció en su puesto de trabajo.
También se quejaron por la mala calidad en la comida, cobros por carnés dañados, malos tratos, exigencia de alta calidad sin tomar en cuenta que laboran en dos operaciones y por la estricta vigilancia que ejercen los supervisores que les exigen rapidez a cada momento.

Aseguran que por mínimos errores reciben amonestaciones, que generalmente son cobrados a un valor de cien lempiras, equivalentes a casi un dia del salario mínimo, descontados del pago y bajo la amenaza de ser suspendidos durante cuatro u ocho días, sin goce de sueldo.
Las trabajadoras (es) de Costura devengan 741 lempiras semanales cubriendo jornadas diarias de nueve horas y media, lo cual constituye una violación al Código del Trabajo y a los convenios internacionales, que establecen la jornada universal de ocho horas.

Por su parte la directora de Planeamiento del Ministerio de Trabajo, Ana Oyuela, reconoció que en esa Secretaría de Estado han recibido denuncias de las irregularidades cometidas en las empresas maquiladoras, “no obstante, hay un proceso que se debe seguir”, expresó.
Por su parte Eduardo Facussé, miembro del Consejo Hondureño de la Empresa Privada y hermano del propietario de la fábrica, Luis Facussé, afirmó que el decreto ejecutivo del salario mínimo, no es aplicable al personal de Costuras Manufacturing, porque sus obreros ganan salarios superiores al mínimo. Sin embargo, los trabajadores (as), señalan que eso no es verdad, porque lo que les permite mejorar sus ingresos es el bono por producción, beneficio que reciben por el esfuerzo propio y no por voluntad de la empresa.

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