“Mi hija de seis meses estaba con asma, de emergencia la llevé al seguro y por no haber ido a trabajar, me castigaron con ocho días de suspensión sin goce de salario”, denunció Rosa María Avilez, quién trabaja para la Industria Galletera de Honduras.
La obrera dice haber presentado la hoja de asegurado con la firma del médico que la atendió, pero esto no fue prueba suficiente para la gerente regional de la empresa, Natalicia Bruni de Bendaña.
Reveló que hace algún tiempo fue operada de un pié por lo cual ya ha acumulado tres incapacidades que la empresa se niega entregarle para que le sean pagadas.
Comentó que como meta de trabajo debe empaquetar 48 fardos al día y que debido a la operación no aguanta estar parada mucho tiempo, por tal razón ha solicitado el pago de sus derechos laborales, pero por cinco años de trabajo lo único que le ofrecen son siete mil lempiras.