Contrastando con la actitud del gobierno norteamericano, el banquero corrupto Eduardo Montealegre, quien esta semana viajó hasta Tegucigalpa a congraciarse con el dictador Roberto Michelletti, llegó hasta la sede diplomática acompañado por varios diputados de la llamada Bancada Democrática para expresar su respaldo a los golpistas y su rechazo a Zelaya.
De esa forma el fracasado político nicaragüense en su afán por congraciarse con los golpistas, va en contra, incluso, de la política estadounidense que abrió una nueva puerta de solución a la crisis generada en el vecino país por el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
Sin embargo, Montealegre, una vez más, fracasó en su show mediático al obviar el evidente rechazo mundial a los golpistas hondureños, que incluye al propio gobierno estadounidense, que accedieron a dialogar con Zelaya en Nicaragua.
Previamente, Estados Unidos había conminado a Zelaya a viajar a ese país para tratar mecanismos de solución a la crisis, pero el gobernante legítimo de Honduras, rechazó esa oferta y dijo que la reunión tendría que ser en Nicaragua.
EE.UU. hay que restaurar la democracia en Honduras
En breves declaraciones a los periodistas, tras concluir la reunión con el presidente Manuel Zelaya y luego de despedirse de la canciller hondureña Patricia Rodas, en las afueras de la sede diplomática, el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens expresó:
“Es un placer otra vez ver al presidente Zelaya, como ustedes saben ese es el gobierno que Estados Unidos reconoce, estuvimos como dijo el encargado de negocios una oportunidad más de hablar del panorama político y la forma en que está trabajando la comunidad internacional para restaurar la democracia en Honduras”.
Las declaraciones del embajador Llorens fueron calificadas por analistas políticos como un balde de agua fría a la terquedad e intransigencia de la derecha nicaragüense en su afán por congraciarse con los golpistas hondureños, que encabeza Roberto Michelletti.
Golpistas desatan represión
Mientras esa reunión se realizaba en Managua, en búsqueda de una solución a la crisis generada por los golpistas, en Tegucigalpa y otras zonas de aquel país, el Ejército y la Policía desataron la represión contra manifestantes que respaldan al gobierno constitucional del presidente Manuel Zelaya.
Según reportes de la resistencia hondureña divulgados por Internet, en las últimas horas la represión de la soldadesca hondureña ha dejado un saldo de por lo menos una persona herida y 30 detenidos, entre ellos, Carlos Reyes, dirigente popular y candidato a la presidencia.
La guardia hondureña reprimió a los manifestantes en la salida norte de Tegucigalpa a San Pedro Sula y en otros sectores de la capital con bombas lacrimógenas; mientras en otros puntos del país los miembros de la resistencia colocaron barricadas y obstáculos en las vías, a pesar de la fuerte presencia militar.
31 de Julio de 2009
Fuente: tropique@cablenet.com.ni
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