El sindicato presenta actualmente una crisis de credibilidad. Las bases no representan la crisis, si no que deriva de líderes que temen avanzar y dejar el añejo estilo del sindicato irreductible y confrontante ante “el enemigo” burgués-capitalista.
Los dirigentes, como las organizaciones sindicales, carecen de la formación necesaria, (orgánica e ideológica), para enfrentar las nuevas exigencias de una sociedad que poco a poco va perdiendo los esquemas tradicionales con que se formaron los líderes sindicales, y para darles a los sindicatos una nueva estructura organizativa. En otras palabras, la ideología sindical tradicional se esta agotando, sino se ha agotado.
En tanto se descubre la corrupción privada y pública, los sindicatos parecen estar curados de ella. Sí hay sindicatos corruptos en Honduras. La corrupción no es tanto porque se aprovechen de los fondos y bienes de las organizaciones, sino porque las han utilizado como trampolín, escalera o andamio a las aspiraciones políticas personales dentro de los partidos tradicionales y nuevos. Los sindicatos presentan la crisis general de la sociedad hondureña.
El sindicato de trabajadores presenta dos caras: defensor de sus intereses o vendedor de sus intereses. Por ejemplo, ha producido mucho desencanto la formación de sindicatos de en la maquila, que se han constituido aprovechando el entusiasmo de los obreros y obreras, para negociar después, como una mercancía, cuotas económicas trimestrales, semestrales o anuales como “ayudas para la educación sindical”, percibidas por las federaciones de trabajadores.
O bien sindicatos que se constituyeron para que despidieran los obreros y obreras y negociar prestaciones. Tenemos que la figura de los sindicatos en el campo de las maquilas u otros centros de producción, no es creíble o es sospechosa de algo “oscuro” que se trama.
Los empresarios no respetan el derecho de organización, técnicamente no ofrece dificultades la organización de un sindicato de trabajadores: lo difícil es contar con obreros u obreras que merezcan la confianza de los organizados.
La argumentación de los empresarios con respecto a la organización sindical es diversa, y va desde que es una organización corrupta por la calidad de sus líderes, hasta la conciliadora opinión de que es beneficio recíproco con quien entenderse, tanto en la paz como el la confrontación de intereses. Pero en la práctica su actitud es de oposición total ala organización de los obreros.
La ley no limita la formación de los sindicatos de trabajadores. En las empresas maquiladoras, como en todos los centros de trabajo, tienen la obligación de cumplir con el Código del Trabajo y sus reglamentos.
Cuál es el papel de los sindicatos
Como instrumento de defensa de los trabajadores a los sindicatos se les ha reducido su campo de acción. Hoy están quedando como medios próximos para defender derechos económicos y de afiliación gremial. Esto es porque por han aparecido muchas organizaciones no gubernamentales que han invadido el campo del derecho laboral y del derecho sindical, sustrayendo al agremiado de su organización para plantear sus reclamos en la instancia de los derechos humanos u otro tipo de derechos, como casos específicos y concretos.
No existe el mejor sindicato o el peor sindicato de trabajadores. Lo que existen son malos y regulares dirigentes de organizaciones sindicales. Hay dirigentes corruptos e inmorales y otros que cubren la corrupción con la careta de la buena fe, por consiguiente haciendo malos sindicatos o regulares sindicatos respectivamente.