La empresa MAKRESS de Honduras ha sido denunciada por los trabajadores de no estarles pagando sus salarios como corresponde, maltratos verbales, castigos injustificados y no incluir los pagos de bonos en la planillas con lo cual les afecta el monto por vacaciones, aguinaldos y prestaciones.
Makress está ubicada en ZIP Búfalo, Villanueva, departamento de Cortés y emplea unas 650 personas.
Un fuerte grupo de trabajadoras denunció las anormalidades ante el Centro de Derechos de Mujeres CDM en San Pedro Sula y ésta institución gestionó para que el Ministerio de Trabajo hiciera una inspección general en la fábrica.
Las obreras dijerón que las obligan a quedarse produciendo hasta las siete de la noche y a veces les pagan una hora extra. Hay operarias a quienes les asignan hasta tres operaciones y tienen que estarse parando y sentando en otra máquina de al lado.
También se ven afectadas al hacer cambios de módulos de un día para otro, sin avisarles del cambio de puesto, lo cual afecta para el cumplimiento de las metas, de por sí consideradas muy elevadas por las trabajadoras.
Si hay baja producción se les dan castigos como amonestaciones verbales o por escrito, suspensiones sin goce de salario; no importa si está embarazada. Por no cumplir la producción también son mandadas al departamento de plancha como represalia.
Las supervisoras son las que determinan si una obrera amerita o no atención médica, le preguntan los síntomas a la enferma y si lo considera la envía a enfermería. No hay protección a la salud, las mascarillas se las dan solamente cuando hay visitas extranjeras.
El Ministerio de trabajo constató los maltratos que se hacen las trabajadoras y desde el 18 de diciembre se le dio un plazo de 30 días para que corrigiera las anomalías, las cuales persisten según las obreras.
“Se constató que son objeto de malos tratos verbales consistentes en gritos, diciéndoles que no sirven para nada y que son unos brutos insignificantes”, dice en un acta de inspección del Ministerio.
Makress tampoco ha cumplido con el reajuste del pago de décimo tercer mes del 2002 que se les calculó mal al no incluirse el bono de producción. La abogada de la empresa reconoció el error y lo achacó a fallas en el sistema de computo que según ella serían corregidas de inmediato. Así mismo continúan las exigencias para hacer horas extras obligatorias a las embarazadas o periodo de lactancia y el bono todavía no se incluye en planilla.
El 1 de abril se intentó hacer una reinspección pero para colmo la empresa ha realizado una suspensión de labores por falta de materia prima desde el 8 hasta el 22 de abril para 17 de los 21 módulos que tiene, sin haber sido autorizada por el Ministerio del Trabajo. Ese período les pagarán con el salario mínimo y Makress pretende que los días que no son feriados sean compensados trabajando días sábados en las fechas que ellos lo requieran.
Según la jefa de personal, Maribel Turcios, la suspensión es legal porque fue un acuerdo con los trabajadores a quienes se les pasó una hoja para que firmaran y luego se levantó un acta ante un inspector José Luís Ramírez del Ministerio de Trabajo. Sin embargo, la procuradora de CDM Florencia Quesada, dice que lo hecho está fuera de todo lo establecido en el Código de Trabajo referente a las suspensiones temporales.
El 31 de marzo tampoco laboraron porque no había materia prima y pretenden que ese día se reponga con el feriado del primero de mayo, día internacional de los trabajadores. El artículo 95 del Código del trabajo en su inciso 2 dice claramente que obligación del patrono “pagar el salario correspondiente al tiempo que dejare de trabajar por causas imputables al patrono”. Si no hay materia para trabajar es culpa de la empresa, por lo tanto debe pagar todos los días que no laboren y nadie está obligado a reponer ese tiempo.