Casi todos los medios corporativos mantenían transmisiones extraordinarias mientras informaban que el Presidente viajaría, con su esposa y sus dos hijos menores, rumbo a un supuesto exilio que le habría sido concedido por el gobierno de México.
“No acepto asilo político de ninguna sociedad, …si mis huesos permanecen en esta Embajada de Brasil… pues así será…”, expresó Zelaya. Recordó que él fue electo como presidente constitucional por el pueblo hondureño a quien debe “amor y lealtad.”
“Mi presencia aquí es firme y decidida”, ratificó.
Zelaya explicó que, además, el “no podría salir de mi país bajo la figura de un salvoconducto, pues yo soy el Presidente Constitucional de Honduras y no puedo salir de esa manera.”
El Presidente sugirió que lo que hay en el fondo de la información es que ha trascendido la posibilidad de lograr condiciones para salir de la Embajada para reunirse con Porfirio Lobo, sucesor del titular de facto, y una comisión hondureña de “notables” a fin de buscar una salida a la situación política del país generada por el golpe de Estado.
Explicó que el encuentro del grupo podría realizarse en República Dominicana, o bien, en México, y que ha estado haciendo gestiones para que la reuni♀n se produzca.
Pues, según aseveró, es imposible hacerlo en Tegucigalpa con la excesiva vigilancia militar y policial que mantiene el régimen de facto sobre la zona de la Embajada de Brasil, donde ha permanecido en calidad de huésped. .
Zelaya anunció que ya “hay conversaciones adelantadas”, tanto con algunos de los “notables”, como con los presidentes de los probables países que mencionó donde podría realizarse el encuentro.
Sin embargo, sostuvo que no puede proporcionar mayor información “hasta que no tenga una situación más definida.”
El Presidente legítimo insistió en su “voluntad permanente” de trabajar por Honduras.
Zelaya confirmó, también a la interestatal Telesur, que no saldrá de la Embajada de Brasil.
Pero informó que podría intentar una gira internacional para buscar alternativas de consolidar la democracia y los derechos civiles en Honduras y en América Latina.
Zelaya aseguró a Telesur que el acuerdo logrado con el apoyo internacional para superar el golpe de Estado se desbarató porque “hubo muchas cartas bajo la mesa” y porque Estados Unidos (EEUU) cambió su posición.
“Ellos [EEUU] dicen que no, pero sí cambió, el acuerdo [con EEUU] era ir a elecciones bajo la restauración del orden democrático”, reiteró.
El incremento de soldados y de policías encapuchados, y el ulular de patrullas en las cercanías de la Embajada de Brasil, provocó una corriente especulativa levantada por los grandes medios de comunicación tradicionales, que aseguraban, incluso, la presencia de dos aviones con bandera mexicana.
Según decían, las dos naves aéreas habrían aterrizado en el Aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, enviadas por el gobierno mexicano, para trasladar al Presidente y a su familia.
El Presidente terminó la entrevista en Radio Globo, tocando guitarra y cantando un trozo de La Bikina, canción popular mexicana, después de que respondió otra corta entrevista a Cholusat Sur, que fue seguida por La Globo simultaneamente.