La marcha partió de inmediaciones de la sede de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, recorrió la tercera avenida hasta llegar a la Cervecería Hondureña donde realizaron un mítin en solidaridad con los trabajadores de la transnacional SABMiller que irrespeta los derechos laborales.
Los manifestantes también pidieron a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que desestime los recursos de amparo presentados por la empresa privada en contra del decreto 327-2008, que establece 5,500 lempiras (290 dólares) como salario mínimo para la clase trabajadora.
La manifestación de ayer es la tercera llevada a cabo por el movimiento popular hondureño en menos de un mes, los obreros reiteraron que defenderán el Decreto del Salario mínimo a costa de lo que sea, pues los productos de la canasta básica fueron incrementados de manera desproporcional.
Estudios de diversas instituciones revelan que la canasta básica para una familia de cinco miembros, alcanza precios arriba de los 6,500 lempiras. Sin embargo, la clase empresarial del país ha demostrado mezquindad con sus trabajadores, pues desde que el gobierno hizo el anuncio de incremento a finales del año pasado, el país entró en una convulsión social originada por la resistencia de los empresarios a cumplir con la ley.
Hasta ayer los empresarios acumularon 262 recursos de amparo presentados ante la Corte Suprema de Justicia contra salario mínimo, de los cuales 168 quedaron sin valor ni efecto porque no cumplieron con los requisitos legales.
Desde inicios del año el Consejo Hondureño de la Empresa Privada COHEP, inició la presentación de los recursos de amparo en contra del Decreto de Salario Mínimo, la CSJ los admitió sin la suspensión del acto reclamado. Es decir, el decreto sigue vigente mientras la CSJ no se pronuncie en contra.
Al inicio los miembros del COHEP se pronunciaron en contra aduciendo que el Decreto del Salario Mínimo condenaba a desaparecer a la pequeña y mediana industria. No obstante, los pequeños industriales lograron la asignación gubernamental de mil millones de lempiras al fomento de este sector.
Para vigilar el cumplimiento de la ley, el Ministerio del Trabajo realiza inspecciones en las empresas con el fin de sancionar a quienes irrespeten el decreto salarial. Hasta hoy las investigaciones señalan que la mayoría de los empresarios están cumpliendo.
A mediados de enero algunos miembros del COHEP proponían la realización de una actividad denominada “Un día sin empresa”. Acción que no pudieron desarrollar debido a la división interna de los empresarios, que al final no les quedará de otra que ajustarse a lo establecido en la ley.
Salario mínimo
Salario mínimo es el que todo trabajador tiene derecho a percibir para subvenir a sus necesidades normales y a las de su familia, en el orden material, moral y cultural.
Para fijar el salario mínimo deben tomarse en cuenta las modalidades de cada trabajo, las particulares condiciones de cada región y de cada labor, el costo de la vida, la aptitud relativa de los trabajadores y los sistemas de remuneración de las empresas. Años atrás el salario mínimo se establecía en base a una tabla por regiones y productividad, hoy únicamente comprende dos zonas: la urbana y la rural.
En la zona urbana el salario mínimo es de 5,500 lempiras, mientras en la rural es de 4,055. La fijación del salario mínimo modifica automáticamente los contratos de trabajo que estipulen uno inferior elevando este al mínimo. Es decir, ningún trabajador debe ganar menos de lo señalado en el Decreto.
Por German H. Reyes R
Gerey1@yahoo.com