San Pedro Sula.-01 de agosto 2007
“Alcoa tiene que tratar con respeto a sus trabajadores en Honduras y debe pagarles un salario digo. Sin embargo, nos encontramos con que se han violado los pactos y la ley de Honduras y han violado los derechos laborales internacionalmente reconocidos”, manifestó el defensor de los derechos de las obreras de la maquila.
Asimismo, dijo que bajo el CAFTA, Tratado de Libre Comercio EUA y Honduras, el Estado tiene que asegurar que las empresas le brindan al trabajador un estándar con los derechos laborales internacionalmente reconocidos y que Honduras debe hacer cumplir eficazmente la ley laboral.
Además dio a conocer una carta enviada por quince congresistas de los Estados Unidos, donde instan al gerente general de Alcoa Inc, Alain Belda, para que reintegre a 65 trabajadores de la planta de arneses que Alcoa mantiene en Zip El Porvenir, de El Progreso Yoro.
Los obreros fueron despedidos luego de organizar un sindicato en busca de mejores condiciones laborales.
“El despido de estos trabajadores viola los derechos establecidos en la ley laboral hondureña y en el Tratado de Libre Comercio Centroamericano-EEUU. El derecho a formar sindicato está además protegido por las normas laborales de la ONU y la Organización Internacional del Trabajo. Los trabajadores de Alcoa no deben temer ser despedidos por ejercer los derechos otorgados por la ley y reconocidos por la comunidad internacional”, expresa la misiva firmada por los congresistas norteamericanos.
Kernaghan que visitó el país para dar a conocer las acciones que el Comité laboral realiza en Estados Unidos, dijo que su institución mantiene clara su posición en la defensa de los derechos humanos y laborales y que lamenta la posición de la Asociación Hondureña de Maquiladores, quienes afirman que su presencia hace daño a la inversión de la maquila y al país.
El Comité Nacional Laboral trabaja de la mano con grupos religiosos, organizaciones defensoras de derechos humanos, con miembros del Senado y de la Cámara de Representantes, puntualizó Kernaghan.
Por su parte Lorna Jackson, una de las obreras afectadas, confirmó que los trabajadores de Alcoa se organizaron por las constantes violaciones laborales y porque los supervisores de la empresa anunciaban el traslado de la fábrica hacia Nicaragua.
“Nos organizamos el dos de junio e iniciamos el trámite correspondiente en el Ministerio del Trabajo, pero el cinco me despidieron a mí, porque yo hacía campaña entre mis compañeros para que nos organizáramos, el doce de ese mismo mes despidieron al resto de la junta directiva y los despidos continuaron en los días posteriores” expresó la operaria.
La obrera denunció que en la oficina regional del Ministerio del Trabajo en El Progreso, en lugar de solucionar el problema de acuerdo a la ley, los trabajadores eran motivados por los inspectores a que recibieran los cheques, que por concepto de prestaciones había depositado la empresa en esa dependencia estatal.
Alcoa Honduras inició operaciones a finales de octubre del 2003 en la fabricación de arneses que son utilizados en lujosos vehículos de la marca Ford, la planta se encuentra ubicada en el parque industrial Zip El porvenir de El Progreso Yoro.
Las constantes violaciones laborales, como acoso sexual, falta de atención médica, negación de permisos para hacer sus necesidades fisiológicas y amonestaciones injustificadas, entre otras, hizo que los trabajadores de Alcoa organizaran su sindicato. Sin embargo, para evitar la organización sindical la empresa procedió a perseguir y a despedir a todos los trabajadores sindicalizados, que en total suman más de ciento cincuenta, según se informó.
Por la defensa de sus derechos los trabajadores despedidos iniciaron acciones que van desde manifestaciones públicas y tomas en el Ministerio del Trabajo de El Progreso, hasta la solicitud de apoyo a organismos internacionales. La Ministra de la Secretaría del Trabajo, Rixi Moncada, conoció del caso, pero hasta la fecha no se sabe nada de su accionar.