El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó este domingo que quiere regresar a su país, a pesar del peligro de ser detenido por la justicia ante los supuestos delitos de los que se le acusa, y acusó a Estados Unidos de limitarlo porque “protege la impunidad de los golpistas”.
“Estados Unidos se opone a mi retorno, como es evidente, protegen la impunidad de los golpistas (…) Quiero regresar a mi patria y que se respeten mis ideas a pesar del peligro que corro desde el día que decidí recuperar la base de Palmerola (centro-suroriente) e inicié el proceso de licitación de los combustibles y me negué ante ciertos banqueros a devaluar la moneda”, declaró Zelaya.
La base de Palmerola, fue construida por Estados Unidos a inicios de la década de los ochenta, en la que funciona una escuela militar de aviación con al menos unos 400 militares estadounidenses que son relevados constantemente.
Allí aterrizó Zelaya cuando fue secuestrado y expulsado de su país en el golpe de Estado militar contra su Gobierno en junio de 2009.
En cuanto al temor que pueda sentir de regresar a su país, el ex presidente subrayó que “no tengo temor, lo he demostrado. Tomaré precauciones, ya superé atentados contra mi vida como el asalto a balazos en mi casa, secuestro y destierro por lo militares y las torturas a que fui sometido durante custro meses en la sede diplomática de Brasil”.
Asimismo, señaló que no está dispuesto a presentarse ante los tribunales de su país porque “en Honduras los tribunales actuales son los mismos que nombró (Roberto) Micheletti (…) son los mismos que participaron en el golpe de Estado”.
“En Honduras no hay justicia, prueba es que los golpistas gozan de inmunidad frente a todos los crímenes y asesinatos que han cometido, la misma corte absolvió a los militares que asaltaron mi casa a balazos y me desterraron”, dijo Zelaya.
Contra Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009 por las fuerzas militares hondureñas comandadas por el gobierno de facto de Roberto Micheletti, una situación en la que congresistas calificaron como “constitucional”, pesa una orden de captura por varios delitos que le imputa el Ministerio Público, entre ellos el supuesto abuso de autoridad y traición a la patria.
La pasada semana, el gobernante hondureño, Porfirio Lobo, había reiterado que “nadie va a meter preso a Zelaya si regresa al país, porque es hondureño y se le garantizará un trato justo, el de ex presidente de la República”. Sin embargo, sostiene que Zelaya sí tendría que presentarse a los tribunales, en cuanto pise suelo hondureño.
El pasado 21 de septiembre, el ex presidente Zelaya estuvo refugiado en la embajada de Brasil, donde permaneció con su esposa y otros cercanos colaboradores hasta el 27 de enero, para posteriormente trasladarse a República Dominicana, en compañía del mandatario del país caribeño, Leonel Fernández, quien le brindó alojamiento en calidad de huésped distinguido.
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