Fue el 30 de mayo de 1930, durante el gobierno de Vicente Mejía Colindres, que se decretó oficialmente el día de periodista hondureño.
Cada año se recuerdan y sustraen de la historia, nombres como el del señor Álvaro Contreras, Paulino Valladares, Ventura Ramos, Froylán Turcios, Guillermo Castellanos Enamorado, entre muchos insignes más, que se han destacado por sus trayectorias y aportes a la profesión del periodismo y a la sociedad hondureña.
Sin embargo desde una época reciente, el festejo ha estado rodeado de la entrega de premiaciones y del accionar de un gremio al cual se le tacha de haber perdido su objetivo medular.
A ello se le suma la muerte de 7 periodistas, cuyos crímenes, impunes hasta el momento, han colocado sobre el quehacer periodístico un velo de incertidumbre, temor, censura y auto-censura.
Revistazo.com entrevistó a algunos periodistas, quienes emiten su percepción al respecto.
Signy Fiallos Periodista independiente
Definitivamente que este clima lo que genera es la autocensura, porque el periodista se limita en su cobertura. Cuando uno abraza la carrera, sabe que tiene riesgos. El periodista no se preocupa tanto porque a uno le pase algo, pero si el crimen ya tiene en la mira a la familia, hijos, uno se pone a reflexionar.
Este clima da una sensación de impotencia; hay tantas cosas que se pueden investigar y denunciar y uno se las tiene que callar.
Por otro lado, tenemos un grupo fuerte de periodistas que desarrolla la profesión al margen de los principios éticos y de allí que trastocan, desvían la noticia por factores que muchas veces tiene origen en la política editorial del medio en el que laboran. Es decir, los intereses políticos, empresariales y de diversa índole que afectan el buen periodismo.
Pablo Matamoros Periodista de Radio Globo y Hable Como Habla
Sentimos temor porque las autoridades no dan respuesta de los asesinatos a los periodistas, de la población en general. Uno no sabe qué fue lo que pasó, si es por lo político, crimen común, etc. Actualmente uno siente temor y piensa hasta en cambiarse de carrera.
El clima de inseguridad y sobre todo de impunidad a uno le hace autocensurarse. Los periodistas no sabemos quién nos va a mandar a matar y como vemos que los crímenes de los colegas permanecen impunes, qué podemos esperar nosotros.
La autocensura surge, hay temas que uno no puede tomar en lo político y lo policial, yo he vivido esa experiencia, pues se prohíben algunos temas o uno se los auto prohíbe por temor a que algo le pueda pasar.
Rosa Morazán Periodista independiente
El gremio tiene que ser más investigativo, debe propiciar siempre el equilibrio y la publicación de información confirmada. Las y los compañeros cubren tantas notas al día y eso les hace difícil buscar el balance, pero hay que tratar de ser lo más profesional posible.
En cuanto a la ética, eso es algo que no se aprende en la profesión, se trae desde el hogar. Vemos como hay periodistas ejerciendo con una doble moral, hablando en sus programas radiales o televisivos sobre ética y otros valores y todos sabemos que son corruptos.
El llamado es a que los periodistas debemos servir a un pueblo. Hay que hacer las cosas en función de la convicción social y no de intereses económicos y políticos. Luchar contra el fenómeno de la corrupción; ese un problema exclusivo de un sector, nos afecta a todos.
Hay que diferenciar entre el periodismo de servicio y el mercantilista. Que con nuestro trabajo hagamos algo útil a los más necesitados.
Los peligros siempre han existido, pero aquí lo que afecta a la libertad de expresión es que no se castiga a los culpables de los diversos crímenes que se cometen. La impunidad le gana la partida a la corrupción.
Robert Marín García Periodista de diario El Heraldo
Esto no es un problema nada nuevo, es un problema que arrastra el periodismo desde hace mucho tiempo. Es una situación que ha venido a relucir en esta crisis política.
Es preocupante y es algo sobre lo cual los periodistas tenemos que reflexionar y ver de qué manera se aporta a mejorar la situación, ya que es un daño a la sociedad, a las futuras generaciones.
El periodista debe desempeñar el papel de auditor social, un guardián, una especie de fiscalizador. La sociedad espera mucho de los periodistas, que no sesgue la información sino que informe sin subjetividades.
Gilda Silvestrucci Directora de En la Plaza-Radio Globo
En el gremio hay una crisis de valores generalizada, salvo algunos comunicadores que trascienden por sus posturas diferentes, la mayoría obedece a las directrices que se dictan desde el poder: empresarios, políticos, dueños de medios de comunicación etc.
El papel del periodista se ha perdido. La verdad, la justicia social, de eso ya no queda mucho.
En relación con la delincuencia y el asesinato a periodistas, es una situación preocupante pues limita completamente el ejercicio periodístico porque uno no se atreve a abordar ciertos temas porque te van a mandar a matar.
No hay garantía para la libertad de expresión en el ámbito jurídico ni de otra índole.
Francisco García Periodista de Radio América
Pienso que ha habido muchos episodios que han afectado al gremio, uno es la crisis política y la otra los asesinatos de este año.
La crisis afectó mucho tanto entre la sociedad como en el gremio periodístico. Muchos periodistas se inclinaron hacia lo que consideraron la verdad o hacía la dirección que les dieron en los medios donde laboraban.
Por otro lado, los asesinatos hacen que uno tema a la hora de elegir las coberturas. Uno no se puede meter con los narcotraficantes a fondo, por ejemplo, si ni la policía puede con ellos, uno de periodista lo que hace es autocensurarse porque pueden mandar a asesinarlo.
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