La maquila inicia en Honduras en 1976 con las zonas libres, pero su crecimiento se da después de 1985 con la aprobación de las Zonas Industriales de Procesamiento ZIP y posteriormente con el Régimen de Importación Temporal RIT. La maquila en Honduras se ha afianzando en el sector de la confección con un 80%, además se tiene primeros lugares de exportación a nivel mundial en estos últimos años. Desde a mediados del 2000 la industria maquiladora ha generado mas de 120,000 empleos directos de los cuales el 79% son ocupados por mujeres jóvenes.
En algunos estudios se considera que los empresarios seleccionan de preferencia a las mujeres por la cultura de sometimiento, su docilidad, su baja escolaridad, su baja sindicalización, débil poder reivindicativo y fácil adaptación a un trabajo meticuloso, monótono y repetitivo.
Por esto, la empresa recurre a la mujer por su polivalencia, su capacidad de adaptarse a situaciones de las más variadas por su mismo papel triple de: mujer, esposa, ama de casa.
Otros analistas plantean que la mujer en las maquiladoras se convierte en otro capital de producción, por motivos fisiológicos, psíquicos, culturales, sociales y económicos, la mujer llega a ser sometida a ritmos de trabajo y de producción muy intensos y es contratada por estos factores:
EI espacio afectivo, como elemento de buen desenvolvimiento de la mujer por ello se otorgan premios a la productividad. La cultura machista, de sometimiento de la mujer. La mujer se inserta con más facilidad en una estructura vertical.
El espacio social que prevalece, en función del cual muchas mujeres son Jefe de hogar, como ya se ha dicho anteriormente.
Estos elementos justifican el alta Productividad, el sometimiento (para asegurarse la estabilidad laboral), y la económica.
En un mercado de trabajo saturado y competitivo, como el nuestro se obliga a la trabajadora a reducir su nivel de exigencia y a aceptar remuneraciones inferiores, un trabajo quizás mas inestable, que puede incluso conllevar mas riesgos para la salud y su seguridad.
La capacidad de adaptación polivalencia de la mujer. En el hogar, aprende a desempeñar varias actividades; a moldearse con facilidad a situaciones diferentes, a enfrentar situaciones adversas, etc.
La mujer “aprende haciendo”. Es muy útil por su “Finura” y precisión en los movimientos La mujer queda entonces reducida a un mero instrumento de producción y sus ventajas como comparativas de polivalencia. Adaptación y aprendizaje rápido son explotadas de manera sutil.
Las únicas “recompensas” premios a la productividad o de regalos, cuyo único objetivo es despertar una mayor competitividad entre integrantes de mismo grupo de producción. Es evidente que las empresas han adoptado la política de reiterar a las trabajadoras la importancia del trabajo que realizan, y recurrir a carnes asadas, paseos, celebración de cumpleaños, días feriados, “ comida con los gerentes, entre otros para motivarlas”.
JEFES DE HOGAR: MUJERES
Cuando la mujer es jefe de hogar, el salario recibido en la maquiladora no es suficiente para asegurar la sobre vivencia de la familia. Estos hogares viven generalmente en peores condiciones que los hogares encabezados por un hombre, con un ingreso mensual para los primeros, equivalente al 68% del promedio de los segundos.
El pago depende de la productividad total. La maquila combina el trabajo a destajo (en función de cantidad de piezas día con el trabajo por día. Los únicos miembros de la familia que pueden aportar mas dinero, aparte de la madre, para gasto del hogar son los hijos, estén o no edad de trabajar. Por ello, estos hogares sustentan en general con una cantidad menor de ingresos.
Las mujeres no deben temer a participar en el espacio laboral ya que al integrarse la actividad económica van a mejorar sus condiciones. De la población que trabaja o (PEA) de Honduras, el 37% corresponde a mujeres, es decir que de cada 100 personas trabajando 37 son mujeres, contra el 22 por ciento que se registraba hace 22 años.
EL TEMA DE LA LIBERTAD SINDICAL
Todos los Códigos de Trabajo en la región garantizan los derechos laborales pero en la práctica se ven totalmente quebrantados. La cantidad de organizaciones sindicales en las maquiladoras de Centroamérica es mínima, se estima en un total de 42 sindicatos sumados en todos los países, y muchos de estos están inactivos, son patronales o no defienden los interese de las obreras.
Nuestro país cuenta con la mayor cantidad de sindicatos, 28 en total, y esta cantidad solo es superada, en el área del Caribe, por República Dominicana que cuenta con 35. En Guatemala y Costa Rica no existen sindicatos en maquilas.
Se puede escuchar razones que explican la débil afiliación y creación de los sindicatos, y algunos de estos podrían ser los siguientes: miedo a la organización, el trabajo domestico de las mujeres, por la religión y por un punto muy importante; el poco o nulo trabajo que han realizado las centrales obreras. Los intentos que se han efectuado por crear un sindicato de rama han sido destruidos sistemáticamente, en países como Honduras.
El despido de los dirigentes sindicales contribuye a aumentar la debilidad de estas organizaciones. Se realiza, al igual que todos los atropellos, con toda impunidad, y ello a pesar de que los códigos de trabajo y la OIT (Convenio 87 y 98) garantizan una protección especial para los representantes de los trabajadores contra todo acto de discriminación.
Los maquiladores, con el apoyo de los gobiernos, prefieren dividir la mano de obra para evitar que mediante la unión y la negociación colectiva, que las trabajadoras logren un aumento salarial y una mejora de sus condiciones de trabajo. En general, los gerentes o jefes de personal tratan los problemas de manera individual con sus empleadas y empleados.
“Para que aquí haya inversión, debe haber una legislación Laboral que de condiciones de flexibilidad total en el mercado de trabajo. El Ministerio de Trabajo no va a meter preso al inversionista que aquí venga y ponga un taller de textiles y no este pagando el salario mínimo legal. Sencillamente, el Ministerio de Trabajo se va a hacer de La vista gorda”
Un alto funcionario de un país centroamericano
Fuente: Vida Laboral Edic. # 7. Febrero de 2002