Los dos campesinos detenidos junto a treinta miembros más del MCA son acusados por la fiscalía de formar parte del grupo que se enfrentó a los doce terratenientes de la familia Osorto que el pasado tres de agosto murieron en la disputa de una parte de las tierras que en la década de los ochenta formaron parte del Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM).
En 1991 las tierras fueron traspasadas por la Procuraduría General de la República al Instituto Nacional Agrario, INA, con propósitos de Reforma Agraria y en el año 2000 el MCA tomó la tierra e inició las acciones para legalizarla. Sin embargo, por la negligencia de los gobiernos en los últimos veinte años provocaron retrasos en el trámite y ocasionan enfrentamientos entre campesinos y terratenientes.
Los campesinos apresados enfrentan cargos en los tribunales de justicia de La Ceiba Atlántida y la fiscalía pide para ellos cadena perpetua. La orden captura incluye a treinta dirigentes más.
Por su parte la Coordinadora Nacional de Resistencia popular, exige de las autoridades una investigación de las verdaderas causas que originaron el hecho, pues según Rafael Alegría, Coordinador de la Vía Campesina los campesinos son víctimas de la represión y la indiferencia gubernamental.
“Hay que luchar por democratizar el acceso a la tierra y por resolver los problemas en el país, los órganos de justicia del Estado deben tener mucho cuidado para evitar confrontaciones y mayor violencia en el campo. Tenemos la necesidad de reactivar la reforma agraria y no de encarcelar a los campesinos que luchan por la tierra” expresó Alegría.
Testimonio de varios miembros del MCA establecen que el hecho donde perdieron la vida los doce miembros de la familia Osorto se originó por un ataque perpetrado por los terratenientes en contra de los campesinos. Aseguran que en la disputa de tierras tres dirigentes campesinos han perdido la vida y que por desidia de los operadores de justicia estos hechos quedaron en la impunidad.
Dirigentes del MCA señalan que la tragedia pudo evitarse si la policía hubiera realizado su trabajo, “A las cinco de la mañana los sicarios contratados por la familia Osorto comenzaron a disparar y nosotros fuimos a las postas policiales a pedir la intervención de la policía para evitar el enfrentamiento, pero ellos nos dijeron que no podían hacer nada” , expresaron varios campesinos.
Gerey