En octubre del año pasado luego de una investigación realizada por Walker Rights Consortium, institución defensora de los derechos de los trabajadores en Estados Unidos, donde se comprobaron violaciones laborales en las plantas de Jerzzes Choloma y Jerzzes Honduras, Rusell Atletic se vio obligada a reintegrar a sus labores a más de un centenar de trabajadores despedidos por haber organizado sindicatos. Sin embargo, anunció que durante el primer trimestre de este año cerraría operaciones en Jerzzes Choloma.
Su compromiso era que al momento en que ocurriera el cierre de Jerzzes Choloma, sus trabajadores tendrían la opción de trasladarse a Jerzzes Honduras o recibir el pago correspondiente a sus derechos laborales. Y así sucedió, pues según estadísticas de la Central General de Trabajadores, la mayoría de obreras (os), decidieron recibir sus prestaciones.
“Hasta el momento hemos registrado 460 obreras (os) que recibieron el dinero, aunque esta no es una cifra exacta porque muchos trabajadores han venido siendo cancelados desde noviembre” expresó Nohemí Yánez. El resto de trabajadores trasladaron sus labores a Jerzzes Honduras, trámites que fueron garantizados por la CGT, Ministerio del Trabajo y el Sindicato de Trabajadores de la Empresa.
Gerey