Sexo: es el conjunto de características biológicas que nos distinguen como mujeres y hombres. Sexo y género no es lo mismo.
Cuando se habla de género se refiere a las características personales que se aprenden desde que nacemos.
Se cree que cada sexo ya tiene sus propias características. Se le va educando para que las asimile a través de la forma de vestirse, los juegos, en la forma de expresar lo que se siente y piensa. Esto transmite a través de la familia, la iglesia, la escuela, los medios de información, las leyes y el trabajo.
Se impone un patrón de conducta para las mujeres y otro para los varones. Mayor represión para las mujeres, más libertad para los varones. Los juegos en la calle, con fuerza y violencia se le permiten e incentivan a los niños. Las niñas juegan dentro de la casa con muñecas, trastecitos y casitas lo cual permite reproducir su rol como mu(jer)madre.
DISCRIMINACIÓN Y PRIVILEGIOS
En el hogar y en la sociedad son más valoradas las características del hombre que las de la mujer. Discriminación para la mujer y privilegios para el hombre.
No hay problema en reconocer la dife¬rencia sexual, sino que no se respeta. Esas diferencias han producido desigualdades sociales en perjuicio de las mujeres.
Es necesario reconocer que la discriminación de la mujer es producto de conductas aprendidas, no nacemos con ellas y por lo tanto podemos cambiarlas.
Debemos reflexionar cómo fuimos educados(as) y como estamos educando a nuestros hijos e hijas. También se aprende por imitación. Si el niño ve que solo la mamá hace determinadas tareas en el hogar creerá que ese es el papel de la mujer. Si los niños y niñas ven violencia aprenderán y además quien la ejerce y quien la sufre.