La huelga de 1954 es el levantamiento popular más importante en la historia de Honduras. Como resultado de la misma se conquistaron los pocos derechos que ahora tienen los trabajadores, sobre todo el derecho a organizarse y el Código del Trabajo.
La organización surgida desde el 54 es la que ha podido lograr beneficios como la seguridad social,el salario mínimo,el pago de séptimo día y aguinaldos y otras conquistas sociales establecidas en contratos colectivos.
A 50 años de la gran huelga general esos escasos derechos, que a veces son para un reducido sector de los trabajadores, están seriamente amenazados con desaparecer producto de la políticas neoliberales respaldadas ahora por los acuerdos de libre comercio.
RESCATAR EL ESPÍRITU DEL 54
Pero los propósitos de los impulsores de la huelga iban mucho más allá que la conquista de beneficios económicos.
Quienes desde los años veinte arriesgando la vida recorrían el país organizando y motivando a los trabajadores buscaban construir en Honduras una sociedad justa, donde los trabajadores no tengan que estar siempre mendigando migajas a los patronos.
Ese anhelo también está amenazado ante la avalancha ideológica de los poderosos que quieren hacernos creer que nada se puede hacer, que debemos resignarnos a vivir unos poquitos derrochando millones de dólares y millones de personas sobreviviendo con unos cuantos centavos.
Por eso la celebración del primero de mayo de este año no puede ser una actividad rutinaria, poco combativa y vacía de contenido como ha sucedido en los últimos años.
Este primero de mayo debe rescatarse la disposición de lucha de quienes buscaban beneficios inmediatos para los trabajadores. La visión y firmeza de quienes soñaron con una sociedad que terminara con los grandes sufrimientos para todo el pueblo, debe seguir vigente.
TODOS A EL PROGRESO
La Coordinadora Nacional de Resistencia Popular ha determinado realizar una sola concentración popular en El Progreso. Esa es una acción que tiene mucho significado puesto que en esa ciudad estuvo el corazón de la gran gesta obrera que se extendió a casi todo el país.
El primero de mayo estaremos en las mismas calles y plazas donde hace medio siglo se concentraron miles de trabajado res durante dos meses, desafiando el poder de las transnacionales.
Esta celebración del primero de mayo debe ser algo muy especial: combativa, alegre y que concentre a los hombres y mujeres de todo Honduras que no se han dejado vencer por la desesperanza, que no han caído en la corrupción y que tienen la valentía para enfrentarse a los patronos, el gobierno y el sistema económico – social injusto en que vivimos.
La celebración no debe ser sólo de sindicalistas. En El Progreso debemos darnos cita los campesinos, los vendedores de la calle, los maestros, los estudiantes, los pobladores, las mujeres de todos los sectores sociales y todo el pueblo en general.
Desde luego que esperamos que en esa gran fiesta nacional estén muchas obreras y obreros de la maquila, un sector laboral al que se le imponen condiciones de trabajo similares a las de antes de 1954 en las bananeras. Debemos empezar a trabajar desde ya, no dejar las tareas para última hora. Mas bien las actividades de celebración del cincuentenario de la huelga deberían estarse realizando desde meses antes del primero de mayo, para que la gran concentración nacional del pueblo en El Progreso sea la culminación, una gran fiesta popular.
Vida en la Maquila se suma a esta celebración preparando una edición especial que recogerá los hechos históricos y mostrará la situación de los trabajadores y sus organizaciones, cincuenta años después de la huelga.