Los esfuerzos de las mujeres por organizarse para defender sus derechos se remontan a unos ochenta años, cuando surgen a la vez los primeros intentos de organización obrera.
Las mujeres estuvieron sometidas durante todo el periodo colonial al imponerse las costumbres europeas de la conquista española y las disposiciones de la iglesia católica.
Hasta en 1876 Marco Aurelio Soto separa a la escuela del control de la iglesia y se abren colegios para señoritas, luego se fundarán escuelas comerciales. Pero este limitado acceso a la educación para las mujeres era para las de clases medias y sectores económicamente pudientes. Las primeras obreras aparecen en Copan, San Pedro Sula y Choluteca a finales del siglo XIX.
En el año de 1924, Graciela García y Visitación Padilla en compañía de María Luisa Medina, Sofía Dávila, Angelita de Andino, Francisca Andino, Antonia, Jesús y María Elvir, y otras más fundaron la Sociedad de Cultura Femenina, SCF. La estructura de esta organización funcionó por secretarías y su labor giró alrededor de tres ejes: educación, solidaridad y organización.
Fundaron la escuela Guadalupe Reyes Canas, cuya directora fue Visitación Padilla y entre las maestras estuvieron Graciela García, Rebeca Echeverría, Gregoria López y otras
Que trabajan de forma gratuita. Fundó un Centro Cultural Educativo del cual se originó la Universidad Popular, se creó cinco centros de alfabetización, tres para obreros y dos para mujeres.
La SCF se preocupaba por conquistar los derechos de las trabajadoras domésticas, lavanderas, vendedoras del mercado y amas de casa, luchando por mejorar sus condiciones de vida.
Editaban el semanario “Cultura Femenina” por medio del cual denunciaban los atropellos cometidos contra los obreros de la Rosario Mining Company, que tenía su principal cen¬tro de operaciones en San Juancito, a unos cuarenta kilómetros de la capital, y de las compañías bananeras en la costa norte.
En ese boletín se hablaba de la falta de regulación de la actividad laboral, falta de protección sanitaria y denunciaba las causas de la tuberculosis por la cual murieron cientos de mine¬ros.
La Sociedad de Cultura Femenina participó en la fundación de la Federación Sindical Hondureña. En el Primer Congreso Obrero realizado en 1929 se presentó un proyecto en el cual planteaban la necesidad de organizar a la mujer obrera.
En 1930 se celebró en San Pedro Sula la primera Asamblea Nacional de Mujeres en la cual se discutió sobre la regulación de la jornada laboral, pago de días festivos, remuneración de vacaciones, protección a la maternidad y condiciones salariales más justas. En estos tiempos era más frecuente que a la mujer se le pagara un salario menor por tareas realizadas iguales que los nombres.
En esta Asamblea se acordó presentar al Congreso Nacional la propuesta de crear el Código del Trabajo, la cual fue rechazada y se logrará después de la gran huelga de 1954. Con Graciela García y Visitación Padilla como las principales impulsoras se organizaron trabajadoras de la confección de San Pedro Sula, de las empresas tabaqueras en La Ceiba y trabajadoras domésticas de Tegucigalpa. Graciela y Visitación se declaraban claramente antiimperialistas.
Visitación Padilla luchó junto a Froylan Turcios por expulsar 200 marines gringos que se asentaron en la capital en 1924. Además contribuyó a la fundación de la revista “Regenera don y prosperidad” orientada al tratamiento de la mujer alcohólica. El 24 de enero de 1927 se logró que se instituyera el segundo domingo de mayo como día de la madre.
La Sociedad Cultural Femenina tuvo mucho respeto y admiración de parte del movimiento obrero y sectores progresistas, pero fue rechazada y atacada por los sectores conservadores y el gobierno.
Durante la sangrienta dictadura de Tiburcio Carias Andino las mujeres al igual que todos los sectores progresistas y democráticos fueron durante reprimidos por la política ca-riísta de en el encierro, el destierro y el entierro.
Como uno de los actos de la resistencia contra la dictadura de Carias las mujeres encabezaron una manifestación en San Pedro Sula el 29 de mayo de 1944. Visitación Padilla, usando el seudónimo de Beatriz Galindo escribió una crónica donde dice que “la mujer hondurena es silenciosa hasta el estoicismo, porque sólo vive para la felicidad de su familia, pero sabe de cárceles y bofetadas porque tampoco es insensible a los desmanes del poder”
Esta manifestación hizo que Carias prohibiera todo acto público contra el gobierno. Pero las mujeres no se amedrentaron y el 4 de julio del mis¬mo año hicieron otra marcha multitudinaria en Tegucigalpa donde se exigió a Estados Unidos que dejara de meterse en las decisiones del Estado hondureño y que retirara su apoyo a Carias. Después de esta marcha fue encarcelada Graciela García y luego exiliada a El Salvador.
El seis de julio, en San Pedro Sula las mujeres encabezaron una manifestación que fue ametrallada por la policía de Carias. Murieron más de 100 personas, entre ellas muchas mujeres.
A pesar de las duras condiciones represivas, en 1947 se organizó el Comité Femenino Hondureño dirigido por María Trinidad Del Cid y por un grupo de mujeres de Tegucigalpa. Ellas impulsaron la lucha por los derechos políticos de las mujeres y en 1948 presentaron una propuesta al Congreso Nacional para modificar la Ley pero fue rechazada. Ese año Carias se vio obligado a convocar a elecciones y en forma amañada salió
Electo Juan Manuel Calvez, conocido como el “abogado de las bananeras” y funcionario de Carias.
Aprovechando el nuevo gobierno, nuevamente el Comité Femenino con el respaldo de la firma de miles de mujeres presentó una petición al Congreso Nacional para que se establecieran los derechos políticos de las mujeres. Solamente dos diputados respaldaron la propuesta.
El Comité Femenino continuó la campaña y ese mismo año de 1948 inició un programa de radio llamado “La Hora de la Mujer”, transmitido por HRN y editó la revista “Mujer de América”.
En la década de los cincuenta se organiza y obtiene su personería jurídica la Federación de Asociaciones Femeninas de Honduras, FAFH.
Las mujeres tuvieron una participación activa durante la huelga ge¬neral de 1954 pero la conquista del derecho a la organización sindical no significó mayor participación de ellas en las nacientes organizaciones sindicales.
En 1955 el gobierno de Julio Lozano Diaz estableció el derecho de las mujeres al voto, por lo cual se luchaba desde hacía muchos años. Ese acuerdo fue sumamente limitante puesto que sólo podían votar las que pudieran leer y escribir que eran apenas unas pocas mujeres. La FAFH decretó el 25 de enero como dia nacional de la mujer en recuerdo del dia en que se estableció el derecho al voto, que es apenas uno de los derechos políticos.
En 1959 se emite el Código del Trabajo, conquista lograda en la huelga de 1954 y por la cual lucharon las organizaciones de obreros y de mujeres desde los años veinte.
Las mujeres también tuvieron destacada participación en la organización del Colegio Profesional Superación Magisterial de Honduras COLPROSUMAH en 1961.
Con el surgimiento del movimiento campesino también se da una participación importante de la mujer. Su presencia también se verá dentro del movimiento estudiantil, en las luchas contra los gobiernos militares y contra la ocupación militar y la represión de los años ochenta.
“Los destinos de las mujeres están entrelazados con los de los hombres, una misma suerte tienen siempre, un mismo movimiento los lleva al abismo o ala desgracia, o al paraíso de las felicidades”.
José Cecilio del Valle