Muchos compañeros trabajadores de las minas en México, murieron soterrados trabajando en las profundidades de la tierra explotada, extrayendo metales para acrecentar la riqueza de los poderosos.
El gobierno mexicano decidió suspender la búsqueda de esos nobles compañeros y, en acuerdo con la empresa propietaria, pagara una indemnización de 750 mil pesos a sus familiares.
Esa compañía minera seguramente esta protegida bajo el inhumano y ahora maldito TLC. Esta tragedia es una muestra más del capitalismo salvaje que se empodera con las fuerzas productivas y con la muerte de los proletarios.
Allá murieron compañeros trabajadores y nuestra indignación nos mueve a continuar la lucha