Médicos de Empresas, atentan contra salud laboral

Lo que pudo haber surgido con buenos propósitos hoy se ha convertido en un muro de contención que limita la adecuada y justa atención médica que se merecen las trabajadoras y trabajadores de la maquila.

El Sistema Médico de Empresa del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) es una modalidad de atención medica de primer nivel, o sea, de medicina general que el IHSS brinda al sector empresarial, con el propósito de facilitar el acceso a la salud del sector laboral e incrementar el rendimiento productivo de los trabajadores.

Bajo este sistema las empresas contratan un médico general y personal paramédico a quienes le destinan un área física para la instalación de la clínica en el centro de trabajo con los materiales y equipos básicos para brindar la atención medica a sus trabajadores.

La responsabilidad directa del IHSS es brindar asistencia técnica al personal médico y paramédico contratado por la empresa, suministrar medicamentos, material medico quirúrgico, y atención medica especializada, de hospitalización y de emergencia.

La estructura de financiamiento en esta modalidad de atención médico de empresa es la siguiente:

– El trabajador pagara 3.5% de su salario devengado sobre el techo que este vigente en el IHSS, actualmente es de 4,800.00 (Cuatro mil ochocientos lempiras). Equivale a L. 168.00 (Ciento sesenta y ocho lempiras) mensuales – El patrono pagara el 7% por cada trabajador sobre el techo de 4,800.00 (Cuatro mil ochocientos lempiras) sujeto éste a cambios de acuerdos a estudios actuariales. Lo que equivale a L.336.00 (Trescientos treinta y seis lempiras) mensuales.

DENUNCIAS CONTRA EL SISTEMA MEDICO DE EMPRESA

“Valen más las maquinas que las personas” esta es una frase a diario repetido por miles de obreras y obreros de la maquila que se quejan por la negligente y mala atención en la salud que reciben de los médicos que atienden en las fabricas.

Una de los mayores descontentos de los empresarios contra El Instituto Hondureño de Seguridad Social IHHS es que esté se convirtió en tramitador de incapacidades de enfermedades inventadas por los obreros. Es por eso que el Sistema Medico de Empresa le cayó como anillo al dedo.

El personal medico contratado por la empresa debe entrar en la lógica del mercado del trabajo, donde las personas se convierten en mercancías generadoras de ganancias, y cuando por razones de salud ya no producen deben salir como desechos.

Las denuncias mas constantes del desempeño de los médicos de empresas es que no están atendiendo las enfermedades para curar, sino que para aliviar las dolencias y que le permita a los trabajadores y trabajadoras seguir produciendo. Una gripe que sea o cualquier mal menor reincidente, que no se atiende adecuadamente termina convirtiéndose en un problema crónico y muchas veces irremediable.

Los médicos se niegan a reconocer y entrampan en trámites burocráticos y tediosos los diagnósticos de enfermedades que adquieren en la maquila. Inclusive muchas tienen que recurrir a servicios privados o del mismo sistema medico público para hacerse valoraciones, pero nunca reconocen los dictámenes y las amontonan en bultos.

Las obreras afectadas y rechazadas terminan retirándose y negociando sus prestaciones con la empresa por montos que jamás cubrirían el tratamiento de las enfermedades. Tal y como ocurrió con la ex obrera Maria Elena Domínguez, quien trabajo durante 4 años en la Porvenir Manufacturing de El Progreso, Yoro. La empresa solo le ofrecía 8,000 lempiras y ella necesitaba 10,000 lempiras para atenderse una Renitis Crónica.

La herencia de la maquila para Honduras, son las cientos de lisiadas de por vida, como el de una obrera de 25 años que perdió un brazo por un mala práctica médica en la empresa Manufacturas Villanueva, de la marca Fruit off de Loom.

También está Geovanny obrero de Gildan El Progreso, que quedo con problemas en un brazo por desgaste en el hueso por los movimientos repetitivos de su labor. El pobrísimo y deficiente sistema de salud público tendrá que cargar con él.

Pocos aguantan y resisten el juego del capital. Una enfermera de la empresa Corazón Apparel fue victima del acoso y hostigamiento de los coreanos y hasta del guardia de seguridad. Según los jefes les agotaba muy rápido los medicamentos, les permitía mucho tiempo a los pacientes estar en la clínica. Al final la terminaron sacando, querían deducir un equipo medico dañado antes de ser contratada en la empresa.

Sobre la responsabilidad aún no deducida recaen en médicos y/o empresas varias muertes. La de Gabriel Quintanilla de la desaparecida empresa Interfashion de Roberto Leiva, de Carmen Marilú Zeron de la también extinta Daly de Edmundo Romero, de Eva Luz Palma de Triple A de la familia Faraj.

Muchos otros y otras quedan en el anonimato, padeciendo en sus casas o sufriendo ante la pérdida de un ser, como ocurrió con una obrera de la empresa Hermanos, del sector de Chamelecón en San Pedro Sula, en los momentos mas graves de su enfermedad fue echada a la calle. En su lecho de muerte tuvo que encomendarle a su hermana su única hija, una niña de nueve años.

De esto no quisieran los maquiladores que se hablara es mas muchos obreros han tenido que enfrentar las represalias al sacar luz estas situaciones. Siempre quieren minimizar los daños diciendo que son casos aislados, pero si lo fueran por la misma razón deberían darles una atención al mas alto nivel y no tratar de esconderlos.

No es suficiente con que el Sistema de Medico de Empresa cumpla con los estándares de calidad, que tenga instalaciones limpias y agradables, con equipo medico de punta, si el problema es de fondo.

No existen planes de vigilancia y mecanismos efectivos que prevengan las enfermedades y riesgos que ocasiona la dinámica y la particularidad del trabajo en la maquila. No existen planes de capacitación que intenten formar al personal medico en el conocimiento y tratamiento de las enfermedades provocadas por el trabajo. Lo que importa es ganar mas gastando poco.

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