Ante la tragedia de violencia en el agro el régimen de Porfirio Lobo Sosa ordenó una nueva militarización, unos mil efectivos militares y policiales fuertemente armados serán desplazados a los asentamientos campesinos con el argumento de un desarme general.
En un comunicado de las organizaciones que conforman la Plataforma Agraria y los grupos campesinos del Bajo Aguán rechazan la movilización de militares porque afirman “ que esta no es la solución a la problemática agraria, la pretensión no es cuidar a las y los campesinos, sino intimidar y sembrar el terror y la zozobra”.
Asimismo reafirman la necesidad urgente de una verdadera solución al conflicto que garantice la paz y la reconciliación entre los sectores involucrados. El Estado, el sector privado y los movimientos campesinos de la zona del Bajo Aguán y de todo el país deben promover acciones comprometidas con miras a resolver el problema del agro. No es a través de desalojos ni acciones violentas ni tampoco con el derramamiento de sangre campesina, ni mucho menos con la militarización que se contribuirá a una solución pacífica de estos conflictos aseguran organizaciones que integran la Plataforma Agraria.
A través de la Corporación Dinant propiedad de Miguel Facussé han desplegado una campaña mediática responsabilizando a los campesinos de las últimos hechos de violencia de principios de esta semana.
Además el terrateniente e influyente empresario Facussé anunció que deja en suspenso la venta al estado de 4,000 hectáreas de tierras que están en poder del Movimiento Campesino del Aguán, acuerdo que había concertado con el régimen de Porfirio Lobo Sosa y sus representantes en el Instituto Nacional Agrario el pasado mes de junio.
Hasta ahora según los informes de organismos de derechos humanos entre enero de 2010 y julio de 2011 fueron asesinados 35 campesinos organizados, 12 de los cuales ocurrieron durante los últimos cuatro meses.
El empresario y productor palmero de origen árabe Miguel Facussé y los terratenientes extranjeros Rene Morales y Reynaldo Canales mantienen una disputa por las tierras con tres grupos campesinado, Movimiento Campesino del Aguán MUCA , MARCA y el MCA y han sido acusados de desatar el terror a través de guardias de seguridad y sicarios en la zona que han perpetrados asesinatos, torturas, persecuciones, secuestros y violaciones sexuales.
Por: Dunia Montoya de Comunicación Comunitaria COMUN