Las demandas de las organizaciones populares, integradas en el Frente de Resistencia incluyen “el aumento al salario mínimo que lleva ya nueve meses sin que se haya tomado una decisión por la intransigencia y mezquindad de los patronos y la actitud de complacencia del gobierno de turno. Se exige el aumento general a los empleados públicos, el rechazo a la propuesta de ley de trabajo temporal, La eliminación de la ley de inversión público-privada.
También se manifestó la solidaridad con la lucha de los trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma que permanecieron por más de cien días en huelga de hambre en reclamo por despidos injustos y fueron desalojados el 5 de septiembre y detenidos en los predios universitarios en un operativo dirigido por el mismo Ministro de Seguridad, Oscar Alvárez.
Entre otros reclamos están la defensa del decreto 18-2008, que da algunas garantías a los campesinos para la tenencia de la tierra, se rechazo la privatización de los recursos naturales y la concesión de 41 contratos amañados de energía renovable otorgados a una cantidad de empresas del mismo grupo de poder financiador del golpe de estado.
Aunque las marchas en el país fueron multitudinarias y muestran el descontento y la firmeza de un pueblo que pese a las recientes represiones contra el gremio magisterial que dejó una cantidad de heridos, lesionados, igualmente contra miembros de la Resistencia nacional en la ciudad norteña de Choloma hace unas semanas, los medios de comunicación de la oligarquía hondureña vuelcan toda la atención a los hechos que protagonizaron un grupo de jóvenes en la capital que lanzaron piedras contra los edificios de la monopolio televisivo del poderoso Rafael Ferrarí y otro canal de uno de los voceros mas agrios y punzantes del gobierno de facto. En el recorrido que hicieron los manifestantes en Tegucigalpa también lanzaron piedras contra la oficina del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en repudio por el nefasto papel de Ramón Custodio de avalar las graves violaciones cometidas durante el golpe de estado y la continuidad del mismo.
Ya al cierre de las jornadas de luchas, en la ciudad San Pedro Sula al norte de Honduras 18 jóvenes fueron vilmente asesinados mientras laboraban en un taller de zapatería, unos tipos fuertemente armados llegaron a cometer el crimen. Aún se desconoce los móviles pero esta grave situación de alta violencia en el país ponen al desnudo la incapacidad y el fracaso de la política de seguridad del ilegítimo gobierno que enfatiza sus estrategias en seguir reprimiendo y cazando manifestantes.
Dunia Montoya
Comun-Noticias
Miércoles 8(09)10