Albañiles en Resistencia La lucha común contra la explotación laboral

En nuestra asamblea tomamos la decisión sobre el Posicionamiento Político de “Albañiles en Resistencia”. Sostienen los obreros de la construcción que para obtener “la liberación de Honduras hay que utilizar todas las formas de lucha revolucionaria”.

El forjado agitador proletario de los albañiles se parece como el protagonista principal en el libro “Constructores” del
legendario escritor obrero y periodista, Ramón Amaya Amador, cuyo escenario es de la década –40 y 50, en donde la dictadura militar y cívica aplastaba cualquier intento de organizar un sindicato.

El Partido Nacional (derecha) invitaba a los obreros de
afiliarse a las “Asociaciones” que era el desvío para canalizar el descontento popular con la predica de “conciliación de clase” para evitar que el obrero se contagiara con el veneno “comunista”, es decir, afiliarse a
una organización de clase que es el sindicato.

¿LA GRAN HUELGA GENERAL 1954 REVIVIE?

Pero se puede hacer muchas cosas con las bayonetas pero es imposible de sentarse encima sin dañarse. Y el rumbo de la historia dio razón a los trabajadores que a través de los obreros bananeros en Standard Fruit Co. 1954 derrocaron todas las barreras que impedían a los obreros de sindicalizarse.

Los obreros de la construcción en Tegucigalpa se convirtieron en algo casi como vanguardia obrera por los derechos de los trabajadores y encabezaban las luchas de clase en la capital y
suscribieron los primeros contratos colectivos.

Es como el contenido del libro “Constructores” revivió cuando el representante de los “Albañiles en Resistencia” decía que hablaba en representación de 205.000 obreros pese a que no hay muchos sindicatos, como antes de la Gran Huelga General 1954, en las obras de construcción debido a la represión anti sindical que existe en el sector privado en Honduras.

Pero los reclamos y los sueños de los obreros son iguales como hace un siglo atrás.
– Si, Don Dick, la chamba es mala, muy mala, decía Wilson.
Y la ironía de la vida es que los constructores de ayer y de hoy generalmente viven en condiciones malísimas, porque la explotación del obrero hondureño es total pero el salario es
de esclavitud moderna.

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