Tegucigalpa. Cada vez que usted coma una hamburguesa de Burger King recuerde que esta empresa no paga impuestos al Estado, impide que los trabajadores se organicen en sindicato para mejorar sus
condiciones de trabajo y de remate se niega a pagar las prestaciones a los obreros que despide injustificadamente, como el caso de el exempleado Jovel Inestroza.
Cuatro años trabajó Inestroza a Burger King, desde el 11 de marzo de 2002 hasta ser despedido por el jefe de personal del grupo INTUR, Ramón Culotta, el 11 de julio de 2006, supuestamente por
haber agredido verbalmente a un cliente, hecho que jamás se constató ni ante el Juzgado del
Trabajo. Pese a que la entonces jefa inmediata del trabajador despedido, Dunia Carranza, presentó como testigo a Susana Sauceda, excompañera de trabajo del inculpado para documentar la
falta, ésta aseveró ante el jefe de personal que el hecho jamás ocurrió. “Yo me encargaba de organizarlos a todos y estábamos en permanente comunicación y reuniones y ellos se dieron cuenta. Comencé a estorbar y lo más fácil fue inventar una trama como la de que traté mal a un cliente y eso nunca pasó”, agregó.
Por organizarse
“Los ejecutivos de Burger King sabían que los empleados nos estábamos reuniendo para analizar la posibilidad de formar un sindicato. Éramos un grupo grande, pero al darse cuenta casi a todos nos despidieron”, recuerda el exempleado. Inestroza promovió la demanda laboral contra Industrias Turísticas de Honduras , INTUR, el 30 de agosto del 2006 para el pago de prestaciones e indemnizaciones laborales por despido directo ilegal e injusto, más los salarios dejados de percibir. El caso de Inestroza llega al grado que Burger King se niega a acatar la resolución del Juzgado de Letras Primero del Trabajo de esta ciudad en la que ordena el pago de sus prestaciones laborales.
La sentencia dice: “Este tribunal es de la opinión que la demandada (Burger King) no acreditó en forma fehaciente haber tenido causas para despedir al demandante (Jovel Inestroza)”, por lo que el Tribunal de Sentencia condena al demandado, la Empresa Industrias Turísticas de Honduras, a pagar la cantidad de 21,720 lempiras por el derecho al preaviso, auxilio de cesantía, vacaciones, aguinaldo, décimo cuarto mes proporcional y salario adeudado. Asimismo a título de daños y perjuicios los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la fecha en que con arreglo a derecho quede en firme la sentencia. Al negarse a acatar la sentencia condenatoria emitida por la Jueza Bárbara López, titular del Juzgado de Letras Primero del Trabajo, para el pago de prestaciones laborales a favor de Inestroza, la empresa INTUR, contestó con una apelación judicial un día después de haberse emitido la sentencia, por lo que nuevamente el fallo definitivo del caso se encuentra en la Corte de Apelaciones.
La empresa Industrias Turísticas, INTUR, es propietaria en Honduras de las franquicias Church’s Chicken, Little Caesar’s, POPEYE’S, Pollo Campero, Baskin Robin’s, CHILI’S, entre otros.
Bimbo cierra fábrica antes que aceptar sindicato
Tegucigalpa. La transnacional mexicana Bimbo, que en mayo del presente año adquirió la fábrica de Galletas Lido Pozuelo de Honduras, en represalias contra el sindicato de trabajadores despidió a más de 450 empleados y optó por cerrar la fábrica. Bimbo comenzó a realizar despidos de manera progresiva desde junio; primero un grupo de 62 trabajadores afiliados al sindicato hasta llegar un total de 120 despidos. Como respuesta los 120 trabajadores despedidos y el sindicato recién organizado mantuvieron tomada la fábrica desde el 24 de julio hasta mediados de septiembre exigiendo a los ejecutivos mexicanos aceptar la organización sindical, el reintegro de trabajadores y permitir la intervención del Ministerio del Trabajo para mediar en el conflicto, sin embargo las acciones, al final no se lograron. Durante los obreros se mantuvieron en pie de lucha fueron apoyados por la Central General de Trabajadores, CGT, y otros sindicatos, quienes colaboraron con dinero y alimentos para el sustento de los obreros despedidos que permanecieron durante 53 días en las instalaciones de la fábrica.
Logran prestaciones
Además Bimbo presentó una demanda de nulidad del sindicato ante la Secretaría de Trabajo, la cual al final no fue aceptada porque se determinó que el sindicato había sido constituido de manera legal. Ante esta respuesta Bimbo prefirió cerrar la fábrica. El único logro rescatado de las presiones del sindicato y la CGT fue que todos los empleados recibieran el pago completo de sus prestaciones laborales, manifestó Humberto Lara, Fiscal de la central obrera.