Julio de 1997 fue trascendental para los vecinos de San Andrés Minas, la expansión de operaciones la empresa minera Greenstone Resources, obligó a los vecinos de la aldea a trasladarse a Nuevo San Andrés, cientos de metros abajo. La extensión original de la comunidad era de 60 manzanas, hoy su espacio es únicamente de 4 manzanas, donde la compañía construyó las casas.
San Andrés es una aldea del municipio de La Unión Copan. Desde la colonia española se explotada una mina artesanalmente.
En 1995 llegó la empresa Greens¬tone Resources, que inició la explotación a través del método a cielo abierto. Cambió la comunidad, con la contaminación proliferaron las enfermedades, muchos campesinos se quedaron sin tierra y sólo algunos se emplearon en la compañía. Antes de la minera más de 400 personas de San Andrés se dedicaban a la ganadería, cultivo de granos básicos y café.
La empresa con grandes ganancias
San Andrés es una mina a cielo abierto de tamaño mediano, la concesión otorgada en 1983 es por 40 años. Abarca 988.093 hectáreas, de las cuales se están explotando 400, pero las concesiones pueden ampliarse. Al principio fue operada por la empresa canadiense Greenstone Resources, pero en 1998 fue adquirida por Yamana Gold y es operada por Minerales de Occidente, S, A. (MIÑOSA), compañía de capital estadounidense, canadiense y hondureño, se supone que de Banco Atlántida.
Yamana Gold, con sus oficinas principales en Toronto, mantiene una inversión directa de 44.4 millones de dólares. Datos proporcionados por la Asociación de Organismos no Gubernamentales (ASONOG), revelan que en el 2003 la compañía obtuvo ingresos de 303 millones de lempiras y los costos de producción fueron de 100 millones. Produjeron 4 mil onzas de oro por mes, que tenía un precio de 130 dólares la onza.
La remoción del suelo se realiza a través de explosivos. Durante la explotación artesanal se utilizaba dinamita, MIÑOSA utiliza ANFO, (nitrato de amonio y diesel), que provoca erosión y deslizamientos y sedimenta las fuentes de agua.
La minera genera 420 empleos directos, de estos seis son extranjeros y el resto proviene de diferentes municipios de la región, sólo 50 trabajadores son originarios de San Andrés.
Comunidades quedarán peor
Las operaciones de MIMOSA también afectan a la comunidad de San Miguel, localizada a pocos metros de los patios de lixiviación donde se aplica el cianuro a través de aspersores. Esto representa un peligro para la salud de los pobladores, razón por la cual la empresa fue obligada a comprar unas cincuenta casas, que representan la mitad de la aldea. Sin embargo, la población sigue quejándose porque las pilas de lixiviación están muy cerca.
Asimismo son afectados a los vecinos de Azacualpa, una comunidad ubicada arriba del tajo de la mina. La minera no ha significado desarrollo. San Andrés, San Miguel y Azacualpa quedarán peor cuando acabe la explotación, que antes de instalarse la compañía.
Quintín Miranda, vecino de la Comunidad de San Andrés, asegura que estaban en mejores condiciones antes de la llegada de la empresa minera: “El poblado fue hecho de bloque y zinc, dejamos el pueblo arriba con toda la trayectoria cultural. Estamos más pobres porque no tenemos ni gallinas en nuestros hogares”, comenta Miranda.
“Si en San Andrés ponemos una balanza para ver lo positivo que ha hecho la empresa y allí pesamos |o negativo que ha traído, se va hacia lo negativo. La compañía nos trajo contaminación, corrupción, destrucción”, concluyó Quintín Miranda.