Las mineras a cielo abierto, jtiliza grandes cantidades de agua en las pilas de lixiviaron para separar los metales. San Andrés, en Copan, ha perdido cuatro fuentes de agua que usaba para consumo doméstico. Por la contaminación del agua por la minera los vecinos sufren con más frecuencia de diarrea, vómito, enfermedades dermatológicas y dolor de cuerpo.
Uno de los incidentes más importantes ocurrió en enero del 2003, cuando la minera descargó entre 300 a 400 galones de agua con cianuro en el río Lara, provocando la muerte de aproximadamentelS mil peces y otras especies como ranas, renacuajos cangrejos e insectos.
Por el derrame de cianuro la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente impuso a MIÑOSA un millón de lempiras de multa, a través de la Resolución 160-2003 del 18 de febrero del dos mil tres.
En septiembre de ese año, el patronato de San Andrés presento el hecho ante la Corte Centroamericana del Agua en Costa Rica y en marzo de 2004 el Tribunal determinó el cese de operaciones de MIÑOSA, hasta que no garantizara que no se afectan los sistemas hídricos y la salud de la población. Asimismo solicitó al gobierno reformar la Ley de Minería y no permitir la expansión de la minera a los cerros Twin Hil, Cortés y Azacualpa.
Santa Rosa de Copan amenazada por el cianuro
El río Lara es uno de los principales afluentes del río Higuito y de esta fuente, reciben agua potable más de 40 mil habitantes de Santa Rosa de Copan. El Alcalde de la ciudad, Manuel Bueso, manifiesta su preocupación porque a pesar de que el servicio llega a través de una galería de infiltración y que recibe tratamientos especiales, los riesgos para la pobla¬ción son inminentes. “Ellos tratan el oro con cianuro, luego estas soluciones las llevan a unas lagunas de oxidación donde deben permanecer un tiempo y luego de ser tratadas pueden ser descargadas al Río Lara, que es afluente del Higuito. Nosotros estamos en riesgo porque si hay un accidente o si estas descargas no se hacen controladas, puede filtrarse el cianuro a nuestro sistema de agua”, expresa el edil.
En Valle de Siria
Estudios preliminares realizados por investigadores independientes, de¬muestran altos niveles de contaminación de las aguas, incluyendo sus pozos, en varias comunidades de los municipios de San Ignacio y El Porvenir, en el Valle de Siria, Departamento de Francisco Morazán. El Dr. Juan Almendarez Bonilla, científico ambientalista, concluye que las serias enfermedades que padecen muchos de sus habitantes y animales domésticos, están relacionadas con la contaminación provocada por la empresa minera “Entremares” que abrió operaciones en el año 2000. Todos los expertos están de acuerdo en que una exposición prolongada con pequeñas dosis de Cianuro o de sus soluciones degradadas, así como de las decenas de metales pesados que desprenden las operaciones de lixiviación del oro, producen graves enfermedades del sistema nervioso, de la piel, de la sangre, así como anormalidades en la formación del feto en las madres embarazadas, muerte infantil y esterilidad.
Contaminación del agua llega lejos
En junio del 2000, la División Municipal de Aguas de San Pedro Sula, encontró que los ríos Ulúa y Chame-lecón, presentaban niveles de metales pesados superiores a los estándares máximos de la OPS y la EPA. En los puntos de control de El Progreso, Santa Bárbara, Chamelecón y La Entrada, el Arsénico fue hallado en un nivel ocho veces más del aceptable; el Mercurio fue encontrado de 26 a 32 veces más de lo aceptable; y el Plomo se halló en concentraciones de 88 a 137 veces más del nivel aceptable. Varias empresas mineras que laboran en el occidente depositan sus desechos en afluentes de estos ríos.
El Centro de Estudios y Control de Contaminantes (CESCCO), en el 2001 confirmó que la empresa Rosario Mining Co. (hoy Breakwater Resources Ltd), vertía desechos de plomo, cobre y cianuro dentro de las corrientes que desembocan en el Lago de Yojoa, con la consecuente contaminación de la cadena alimenticia desde los peces hasta las personas.
