De un día para otro el Congreso Nacional de Honduras aprobó un decreto por 59 millones de dólares, para la compra de un terreno sobrevalorado y para la construcción de un nuevo centro penal en la ciudad de Comayagua.
A pesar de tener un dictamen en contra de la Contaduría de Bienes La Secretaría de Finanzas, por estar en una zona inundable, el Congreso aprobó el negocio que pareciera es para favorecer una empresa privada. Ahora se entiende la ampliación de emergencia en las cárceles del país, realizado en el consejo de ministros el pasado martes 15 de enero.
En Comayagua no se han reparado ni los módulos que resultaron dañados en el incendio el 14 de febrero de 2012, no entendemos esa preocupación de un día para otro por los privados de libertad, por parte de los diputados.
Sorprende que el Centro Penal de Juticalpa, presentado como un penal modelo en el país, fue construido con a penas 18 millones de lempiras y para Comayagua se pretenda gastar 1,200 millones, mientras a las familias de los 369 víctimas que murieron quemadas no han recibido nada del Estado hondureño.
Es completamente injusto que mientras por un lado no se han cumplido las recomendaciones del Subcomité de Prevención de la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas de mejorar las condiciones de las cárceles del país, se van a pagar miles de millones de lempiras a un banco privado, teniendo el Estado terrenos suficientes para construir este tipo de infraestructuras con menos dinero.
No nos oponemos a las mejoras de las condiciones de los privados, pero nos indigna a costas de las víctimas y cargarle al pueblo más responsabilidades económicas, se entreguen los recursos del Estado como si estuviéramos en bonanza económica.
Es absolutamente extraño que para pagarle a los docentes, los empleados públicos, los médicos, las enfermeras no hay recursos, ni medicinas en hospitales y para las grandes empresas si el congreso aprueba de inmediato los negocios.
Demandamos justicia para las víctimas de las cárceles del país.
CPTRT.
German H. Reyes R.
Periodista Revistazo
18/Enero/2013