La reducción de ingresos, ha provocado que los obreros lleven a trabajar a sus hijos para aumentar sus ganancias, pero sólo en los primeros seis días de zafra de 2006 que arrancó a mediados de enero, por cada día trabajado, había un niño herido, según estadísticas del dispensario de la empresa, dijo Edwin Enamorado, presidente de el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Azúcar, Alcoholes, Mieles y Similares de Honduras (SITIAMASH).
Reveló que en el corte de caña trabajan niños de 12 a 16 años, muchos se desmayan debido al calor, el cansancio y la deshidratación. Ellos no gozan de ninguno de los beneficios que otorga la ley y trabajan jornadas de 11 y 12 horas diarias, igual que sus padres.
Según el dirigente sindical la frecuencia con que ocurren los accidentes entre los niños cortadores, se debe a que no cuentan con la protección debida y que no tienen la fuerza física y la experiencia necesaria para el manejo del machete.
Estos niños también están siendo violentados en su derecho a la educación, al participar en este tipo de tareas se les niega la oportunidad de asistir a los centros de enseñanza, de 1,800 cortadores de caña que hay, sólo en CAHSA trabajan aproximadamente 300 niños.
Los padres llevan a sus hijos, buscando aumentar las ganancias ya que hace tres años la Compañía Azucarera Hondureña S. A. (CAHSA), eliminó la contratación de cortadores de caña protegidos por el contrato colectivo y decidió realizar esta labor a través de un contratista.
Esta disposición perjudicó a los trabajadores, porque al no haber responsabilidad de la empresa, se redujo el pago a los cortadores y las condiciones de trabajo se agudizaron.
Cuando los obreros eran contratados por la compañía, recibían salarios de 40 lempiras por cada 100 metros lineales de caña cortada, pero hoy, el pago sólo es de 20 y 30 lempiras, por la misma cantidad de trabajo.