El embajador estadounidense Hugo Llorens dijo durante la ceremonia que su país invirtió dos millones de dólares en las construcciones, además de donar cuatro embarcaciones y facilitar asesores.
Llorens explicó que la base cuenta con un edificio multifuncional y un centro de operaciones que contribuye al aumento de la capacidad para albergar más personal y un muelle para el anclaje de lanchas de patrullaje.
Esta instalación posee una presencia estratégica y táctica para impulsar la ubicación del trasiego de droga a lo largo de toda la costa noreste de Honduras, apuntó.
La base estará bajo coordinación de la Fuerza Naval de Honduras, asesorada por oficiales del Comando Sur del ejército estadounidense, informaron voceros oficiales.
Estados Unidos cuenta también con la base aérea Coronel Soto Cano, en Palmerota, en el central departamento de Comayagua, con capacidad para el aterrizaje de aviones de gran porte gracias a la longitud de su pista.
A esas instalaciones fue conducido inicialmente el presidente Manuel Zelaya poco después de su derrocamiento por las fuerzas armadas el 28 de junio del pasado año.
En la ceremonia, el presidente, Porfirio Lobo, solicitó a Llorens trasladar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “el agradecimiento por este magnífico aporte, que es un gran paso en el combate al narcotráfico”. El departamento Gracias a Dios, conocido también como La Mosquitia hondureña, está considerado como el más pobre del país.