Todo sea hecho por la paz
Para el pueblo
Por: Miguel A. Pavón
La paz es el fin supremo de toda sociedad, porque sólo en ella es posible el logro del bienestar común.
Pero la paz social no surge de la nada. Ella es el resultado del comportamiento de todos los componentes de la sociedad, nacional e internacionalmente.
De allí que para vivir en paz hay que saber cómo construirla y, luego, cómo conservarla y fortalecerla.
El enemigo número uno de la paz es la injusticia, como la polilla lo es de la madera. Y la injusticia se desarrolla en la irracionalidad de quienes manejan el poder, ya sea político, económico o militar.
También se nutre la injusticia en la debilidad, la tolerancia y la cobardía que se posesiona de los hombres y los pueblos que sufren sus ataques.
Centroamérica sufre desde antes de su independencia el ataque severo de la injusticia en todos los aspectos de su vida, y sus pueblos han venido soportando sus embates y consecuencias con paciencia franciscana.
Pero, el despertar de conciencia está llegando a estos pueblos; y, con ella, los gritos que demandan por justicia están surgiendo de todos los rincones de la patria morazánica, llegando con estruendo a los oídos de aquellos poderosos de aquí y más allá de las fronteras, al grado de tenerlos asustados e incómodos; pues, de algún modo se dan cuenta que esos gritos de reclamo son tambores que resuenan anunciando el inicio de una lucha de proporciones imprevisibles por lograr la abolición de la injusticia, porque ya estamos cansados de ser victimas de todo tipo de opresión, desde adentro y desde afuera.
Así se inicia, desde hace unos cinco años, un ir y venir de diplomáticos y políticos, dizque tratando de encontrarle a la crisis la más justa y pronta solución. Pero, en el fondo, ha sido poco lo que se ha hecho en favor de una solución adecuada. Porque, las raíces del problema no han sido tocadas en lo más mínimo, pues se aferran en la desigualdad social y la práctica de la ilegalidad en contra de los pueblos, y no en diferencias ideológicas, como algunos ciegos e inconscientes lo pretenden manejar, con el propósito de distorsionar la verdad.
Por eso el plan de paz suscrito en Guatemala por los cinco presidentes centroamericanos está en un punto muy difícil de avanzar; y en el fondo es poca la intención que hay porque progrese, por parte de aquellos que tienen la mayor cuota de poder político y militar en la región.
Ante esa realidad, a los pueblos centroamericanos sólo les queda continuar evidenciando ante el mundo a quienes siempre han sido los enemigos de la paz en Centro América, como lo hizo ante la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento (CIVS) a través de aquellos dirigentes responsables que les representaron.
Porque la lucha hay que seguirla, sin claudicar un segundo, a través del diálogo o de lo que sea necesario. Porque, para la abolición de la injusticia y el establecimiento de la paz para todos, cualquier esfuerzo o sacrificio no será nunca demasiado, mucho menos estéril o inútil.
Ultimo escrito de Miguel Ángel Pavón
entregado a Diario Tiempo treinta
minutos antes de su muerte.
Publicado en Tragaluz Nº 17, febrero 1988.
Nuestra contribución al rescate de la memoria de los hombres y mujeres ejemplo digno de nuestro Pueblo.
Comunicación Comunitaria
Sábado 16 enero