“Sería indecoroso, indecente para el pueblo hondureño que yo fuera a negociar el puesto por el que el pueblo me eligió. No valdría la pena ni la lucha que estamos haciendo ni valdría la pena el acuerdo”, dijo Zelaya tras oír de la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) los términos de la propuesta.
El mandatario depuesto rompió el diálogo en la madrugada de este viernes con el gobierno de facto al no lograr su restitución en el puesto, del que lo desalojaron con un golpe de Estado el 28 de junio.
La propuesta del gobierno encabezado por Roberto Micheletti admite que Zelaya consulte al Congreso sobre su retorno al puesto del que fue derrocado. También incluye la aceptación de Micheletti de retirarse de la Presidencia si Zelaya desiste sus pretensiones (de volver a la presidencia) dando paso a un gobierno de transición, expresó la propuesta leída por la negociadora del gobierno de facto Vilma Morales.
La otra opción es que la pretensión de Zelaya la decida el congreso mediante una solicitud que él deberá plantear formalmente ante el Poder Legislativo, agregó.
Víctor Meza, miembro del equipo negociador de Zelaya no opinó sobre la propuesta pues “aún no nos la entregan formalmente”.
La nueva propuesta llega luego que a medianoche del jueves Meza declarase concluido el diálogo y que Zelaya asegurara horas más tarde que es innecesario continuar en la estrategia de negociación. Meza no indicó si tras la nueva propuesta volverán a la mesa de diálogo.
Las negociaciones, que comenzaron el 7 de octubre, están trabadas en el punto de la restitución de Zelaya en el poder, específicamente sobre qué poder del estado deberá avalar su retorno.
Zelaya insiste que sea el Congreso ya que ese organismo hizo el decreto que le destituyó del cargo mientras que Micheletti insiste en que sea la Corte Suprema de Justicia, que emitió una orden de captura contra Zelaya y ha opinado que éste no debe volver al poder.
El documento circulado el viernes por los negociadores de Micheletti no explica si la respuesta que el Congreso diera a una eventual la consulta de Zelaya sería definitiva y vinculante o si apenas servirá como insumo para nuevas discusiones.
Los negociadores de Micheletti no tomaron preguntas al terminar su comparecencia ante la prensa.
Una misión del Centro Carter se reunió por la tarde con Zelaya en la embajada de Brasil, donde éste permanece desde el 21 de septiembre cuando volvió al país de forma súbita.
“En esas condiciones no podemos recomendar que haya una observación electoral por que no se dan las condiciones suficientes… Si no hay un acuerdo político, una salida política, no podría haber un clima válido para elecciones en este país”, dijo Jorge Santiesteban de Noriega, del denominado grupo de Amigos de la Carta Democrática, una de las organizaciones que forman parte de la misión del Centro Carter.
Zelaya, por aparte, aseguró que querer ir a un proceso electoral bajo estas circunstancias es querer hacerlo igual que Afganistan bajo sangre y fuego.
También se pronunció sobre los rumores de actos violentos para exigir su retorno: “Nosotros no apoyamos la violencia. Si hay algún hondureño que pretende ayudarme con armas le digo que no lo haga, no lo acepto”, aseveró.
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