Tegucigalpa, Honduras.- “Esto implica que los militares sí tenían armas de verdad, no de juguetes ni de goma, ni de salva”, dijo a este medio, una de las personas que participó en la reconstrucción de hechos.
Y es que ante la duda de la procedencia de la bala que quitó la vida al joven Obed Murillo, quien el pasado domingo 5 de julio acompañaba la manifestación, más de 15 personas, entre miembros del departamento de balística del Ministerio Público, técnicos especialistas en la escena del crimen, del departamento de Inspecciones Oculares, así como del Departamento de Homicidios de la Dirección Nacional de Investigación, realizaron la reconstrucción de hechos, en la escena del crimen.
La acción obedeció en primer lugar, por la muerte que dejó como saldo el zafarrancho que se produjo entre los manifestantes y los militares. Con mayor fuerza, por las contradicciones que se dan en torno a la proveniencia de la bala que quitó la vida al joven de 19 años.
El propio Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, exculpó a los militares, aduciendo que estos no portaban armas de fuego, sino armas con balas de “goma”. No obstante, los propios compañeros de actividad de Murillo, aseveraron que sí se escucharon y vieron detonaciones de arma de fuego, que impactaron contra la vida de los protestantes.
Según un miembro de las dependencias que participaron en la reconstrucción, los casquillos encontrados en la escena, pertenecen a un arma de fuego calibre 123. Agregó que justo en el cerco de maya ciclón, que dividía a los militares de los manifestantes, se encontraron otros 27 cartuchos del mismo calibre.
“Se pudo verificar las trayectorias de los impactos que están en POPEYES, las que concuerdan con la trayectoria, que da paso a considerar que provenían de adentro de la base”, dijo.
Mientras quienes participaron en la manifestación dicen, “si no se manipulan los actos y hechos, esperamos que todo quede claro y que se deduzca responsabilidad a los militares”, nuestra fuente dijo, “esto deja claro que sí, los militares mataron al joven”.
La reconstrucción de hechos se llevó a cabo bajo la coordinación de varios fiscales del Ministerio Público. El informe final no se ha dado a conocer aún,
Revistazo, 7 de julio 2009