Mártir de la represión golpista
Isi Obed, era un joven de 19 años que con la esperanza de ver restablecida la democracia de Honduras llegó a Tegucigalpa procedente de la aldea Santa Cruz jurisdicción de Guayape Olancho para unirse a la lucha de rechazo al golpe de estado y exigir la restitución de Manuel Zelaya en la presidencia de la República.
La mañana del domingo cinco de julio una multitudinaria marcha salió de inmediaciones de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, en ella participaban pobladores y miembros de diversas organizaciones sociales cuyo objetivo era concentrarse en el Aeropuerto Internacional de Toncontin para recibir al presidente Zelaya, quien había anunciado su llegada para ese día.
Era la una de la tarde y el sol ardiente caía sobre Tegucigalpa, en las calles se observan centenares de policías y miembros del ejército nacional, el aeropuerto permanecía militarizado y un pelotón de elementos de la policía antimotines acompañados de militares trataba de imponerse a la marcha. Sin embargo, la multitud provocó el retiro de las tropas y logró continuar su recorrido para ubicarse frente a la terminal aérea.
A las tres de la tarde el avión que transportaba al presidente Zelaya hizo varios intentos por aterrizar, las autoridades de aeronáutica civil no lo permitieron, mientras elementos del ejército y de la policía colocaron vehículos en la pista para obstaculizar el aterrizaje. La acción caldeó los ánimos y la muchedumbre que se lanzó a cortar la malla que sirve como cerca.
Para detener a los manifestantes las tropas militares y policiales lanzaron gases lacrimógenos y dispararon sus armas de reglamento. Isi Obed, quien se encontraba en la manifestación fue víctima de un franco tirador que desde lo alto de un edificio le propinó un certero disparo en la cabeza.
Isi Obed falleció de inmediato y fue llevado a la margue judicial para que le practicaran la autopsia. No obstante, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, sin tener bases para opinar minutos después del incidente se atrevió a decir que a este joven lo habían matado los mismos manifestantes aduciendo que el ejército no había disparado.
El pastor, David Murillo, padre de Isi Obed, aseguró que su hijo no tenía enemigos y que Ramon Custodio es un demonio que no ama a Honduras porque dice cualquier cosa para salvar a los responsables “Yo estaba como a veinte metros y miré cuando los militares y policías disparaban. Los malos diputados, la empresa privada y el ejército están detrás” expresó.
Murillo destacado por la defensa de los derechos humanos y del ambiente en el departamento de Olancho, criticó la actitud asumida por el cardenal Oscar Andrés Rodríguez, quien ha tomado partido a favor de los golpistas. Y “Evelio Reyes, después de profetizar que Micheletti jamás sería presidente de Honduras por corrupto, ahora se une a él para defenderlo”, lamentó el padre del joven Isi Obed.
El domingo 28 de junio en horas de la madrugada el presidente hondureño fue víctima de un golpe de Estado llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Honduras. Militares cubiertos de sus rostros con pasamontañas lo encañonaron para retenerlo, lo arrestaron y luego lo condujeron a la Fuerza Aérea Hondureña para ser trasladado a Costa Rica donde fue abandonado.
La acción militar respaldada por el presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti y la cúpula empresarial incluidos la mayoría de los medios de comunicación, provocó la reacción de millones de pobladores que de inmediato iniciaron acciones para exigir el restablecimiento del orden institucional y la reinstalación del único presidente constitucional, Manuel Zelaya Rosales. Hoy, cuando se cumplen once días del golpe de Estado, el pueblo hondureño sigue en resistencia hasta ver restablecido el orden institucional.
David Murillo, Padre de Isi Obed
Gerey
Común Noticias Miércoles 8 de julio