Durante el evento, los jóvenes y las jóvenes morazanistas, distribuyeron entre los asistentes una breve biografía del dirigente social que libró una lucha tenaz contra la corrupción, la explotación y la intervención extranjera.
En su manifiesto, la Juventud Popular Morazanista cita un verso de Ernesto Cardenal, filósofo, sacerdote y literato nicaragüense que durante el régimen sandinista en 1979 fue ministro de Cultura (1979-1988).
Ernesto Cardenal escribió el siguiente verso: “Creyeron que te mataban con una orden de fuego. Creyeron que te enterraban y lo que hacían era enterrar una semilla….”.
En el escrito, la Juventud Popular Morazanista expresa en alusión a Tomás Nativí Gálvez:….”compañero Tomás: estamos hoy aquí, hombres y mujeres de todas las generaciones, procurando mantener encendida la llama de su memoria y aprendiendo de su ejemplo combativo. Es tremendamente duro enfrentarse a la muerte de un digno ser humano, de uno de esos imprescindibles, de esos padres de la juventud beligerante del pueblo”.
Añade el manifiesto que…”hoy se cumplen 28 años de la desaparición de su cuerpo, 28 años desde que nos lo arrebataron, a usted, uno de los mejores hijos de Morazán y de este pueblo, pero su ejemplo y su lucha renace cada día en las calles de esta patria moribunda….”
…. ¿Cuánta responsabilidad cae sobre nuestros hombros, sobre nuestras conciencias. Asumimos como deber histórico la reivindicación de todas las compañeras y compañeros desaparecidos y asesinados. Lo más importante cada día, es que todas nuestras acciones contengan el germen de la patria verdadera, que debe necesariamente ser socialista y sobre todo libertaria…”, señala el manifiesto.
Al evento fue invitado el abogado Oscar Aníbal Puerto, amigo personal de Tomás Nativí, quien durante la época de implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional, que desembocó en persecución, torturas y cientos de desaparecidos y desaparecidas, ejerció con valentía su profesión en procura de encontrar a las víctimas de la desaparición forzada.
Al referirse a Tomás Nativí, el abogado Puerto expresó:…. ”Tomás Nativí es hijo de Morazán, heredero legítimo de su heroísmo, sucesor temporal de su ideología y fiel intérprete de otra frase del héroe máximo de Honduras: Ni he de huir, ni me falta valor para morir. Tomás Nativí, ni huyó ni le temió a la muerte. Cayó por sus ideales y aún anda entre nosotros….”
El abogado Puerto dijo que el libro “La Fuerza social Revolucionaria”, Tomás Nativí refiere su infancia transcurrida en el campo bananero “Los Indios”, quizá allí nació la conciencia revolucionaria de Tomás.
Puerto añadió que Tomás Nativí fue miembro incansable del Comité Central del Partido Comunista y de la Unión Revolucionaria del Pueblo. Atendió células, reclutó innumerables personas, dirigió periódicos, repartió hojas volantes en las calles, plazas, suburbios y calzadas. Su mejor trabajo –me confesó un día – lo hacía los domingos, en que es más fácil localizar la gente en sus casas.
Acerca de las características físicas de Tomás Nativí, el abogado Puerto apuntó que era pequeño de estatura (1.65 mts), trigueño y ágil de peso. Era un hombre de modales suaves, caballeroso y fino,
Era un lector infatigable, añade Puerto…”cada aurora lo encontraba con un conocimiento nuevo, el estudio del marxismo fue para él una obsesión. Construyó una enorme biblioteca de obras revolucionarias, que no se sabe qué destino han tenido después de su desaparición”.
“Cuidaba la redacción de cualquier mensaje en forma esmerada, como para que no quedaran dudas de las órdenes que deseaba transmitir. Su caudal cultural era vasto, vestía con dignidad, aunque sin lujo. Una cicatriz en el mentón, producto de un accidente, era el rasgo visible de su rostro. Un rostro por cierto, sonriente. Amaba la vida, pero más a los pobres, por la clase proletaria, entregó una vida en plenitud de energías físicas y metales”, recalcó Puerto.
Al evento asistieron también, Bertha Oliva, Coordinadora General del COFADEH y Ramona Nativí, sobrina de Tomás, quien luego de la desaparición de su tío, acompañó durante varios meses a Bertha. Juntas enfrentaron la angustia, la tristeza, el abandono, pero también se consolaron y apoyaron.
Ramona dijo que vivió muy de cerca la desaparición de Tomás Nativí y recordó que su tío le enseñó a ver el mundo como lo que realmente es, con esa cantidad de pobres, por lo que no debía ser indiferente ante esa realidad.
Sobre Bertha Oliva, Ramona expresó que siempre la miró como una verdadera tía. Ramona Nativí es maestra y vive en la ciudad de El Progreso.
Breve Biografía de Tomás Nativí Gálvez
Tomás Nativí Gálvez nació el 6 de junio de 1947 en el hospital de la Tela Railroad Company, en la ciudad de Tela, departamento de Atlántida, pero fue asentado en El Progreso, Yoro, ya que su padre fue trabajador de esa compañía por más de 25 años, en el campo bananero “Los Indios”, donde Tomás cursó su primer grado, completando sus estudios primarios en la escuela Pedro P. Amaya”, en El Progreso.
Realizó sus primeros 3 años de ciclo común en el colegio Melvin Jones (que ya no existe), de la ciudad de El Progreso. Durante este tiempo Tomás trabajó en una tienda de zapatos.
Más tarde en 1965 se trasladó a Tegucigalpa para continuar sus estudios en la Escuela Normal de Varones Pedro Nufio, donde se graduó de maestro de educación primaria en 1967.
A finales de ese mismo año, regresó a El Progreso, de donde se trasladó a trabajar en la Compañía Agrícola y Ganadera de Sula S. A. (CAGSSA). En este lugar fue ascendido a Contador General y por último Administrador General.
En 1970 surge un conflicto laboral entre la compañía y varios trabajadores, paralelamente se presenta otro conflicto entre esa compañía y los maestros y maestras de la escuela de la finca bananera.
Como administrador de la empresa y trabajador de confianza, se suponía que Tomás Nativí Gálvez debía despedir a los trabajadores protestantes, sin embargo abogó por ellos, poniéndose de su parte y enfrentándose al Consejo de Administración del complejo bananero, en el que sus mayores accionistas era la familia Echeverri, de origen colombiano, que optaron por despedirlo.
El hecho de haber crecido en las fincas bananeras, le permitió conocer las asimetrías e injusticias y sobre todo, la explotación de los obreros agrícolas por parte de las compañías bananeras.
Su padre era un empleado de confianza de la Tela Railroad Company, pese a ello, influyó más, ver las desigualdades y las injusticias que experimentaba su pueblo que comenzó a forjarse dentro de él, una conciencia crítica de la realidad de ese momento y de los venideros.
En 1970 se trasladaba a Tegucigalpa, para iniciar estudios de la carrera de medicina, cambiándolos posteriormente por la carrera de derecho. Se casó por primera vez en 1970 con Alicia Pineda Cervantes, con quien procreó a Karla Patricia y Tomás Nativí Pineda.
En 1980 se casa con Bertha Oliva Guifarro, quien al momento del desaparecimiento de Tomás contaba con cuatro meses de embarazo de su hijo Tomás Nativí Oliva.
Tomás Nativí Gálvez fue uno de los fundadores de la Federación de Estudiantes de Segunda Enseñanza (FESE) y del Frente Estudiantil Socialista (FES) a nivel universitario.
Perteneció al Partido Comunista de Honduras (PCH), fue miembro de la Comisión Política y Secretario de Organización. Era partidario de un movimiento amplio de masas dentro del partido y al no poder desarrollarlo a lo interno, optó por abandonarlo y fundar la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP).
Fue detenido por agentes del Estado en 3 ocasiones. Durante una de esas detenciones fue salvajemente torturado. Su última detención, seguida de secuestro y desaparición fue el 11 de junio de 1980.
- 18 Junio 2009 17:08 Marvin Palacios*s