Tegucigalpa. Desde el año 2003 en que se aprobó la Ley Marco de Agua, hasta la actualidad ha sido completamente imposible la implementación de esta normativa que a cualquier costa busca la privatización de todos los servicios públicos del vital líquido en nuestro país. El gobierno pone como excusas la falta de proyectos de gestión, fondos para pasivo laboral, fondos para inversiones, sin embargo ante el fracaso de esta ley el Gobierno, organismos de crédito internacional y empresarios insisten con la intensión de privatizar el agua. Ante esas excusas nuestros gobernantes autorizaron una prórroga por cinco años más y sin reconocer el definitivo fracaso de esa ley. “Esas funestas acciones legales son algo insólito que sólo ocurren en Honduras, es decir que si la ley no se pudo aplicar en cinco años, mucho menos en 10”, manifiesta el dirigente de la Asamblea Popular Permanente, APP, Carlos Amaya.
Para contrarrestar tal acción, el jueves 13 de noviembre el Bloque Popular presentó al gobernante, Manuel Zelaya Rosales, su propio proyecto de Ley sobre lo que debe ser la Ley Marco de Agua, para que luego el mandatario la introduzca al seno del Congreso Nacional, tal como se había comprometido efectuarlo el 13 de agosto anterior. El Bloque Popular también espera que el presidente del Congreso Nacional, Roberto Michelleti Baín, y demás diputados aprueben la propuesta que las organizaciones populares proponen sobre esta ley para dar al traste con las intensiones privatizadoras del vital líquido.
Resistencias
Las diferentes acciones de resistencia popular consistentes en marchas, plantones y reclamos por diferentes medios de comunicación también han sido parte protagónicas para que no se privatice y municipalice el agua en Honduras. Muestra de esta resistencia se vivió con fuerza y gran ímpetu en las ciudades de El Progreso, Comayagua, Siguatepeque, La Ceiba, Tocoa, Santa Rosa de Copán y otras más. Amaya indicó que las gestas contra la privatización del agua son una lucha que el pueblo ha logrado digerirlas y unificarse a fin de paralizar este tipo de leyes, a pesar de tener gobernantes que insisten en implementarlas.
En Cementera de Comayagua Sobrevive a inyección letal
Regresa el Dr. de la muerte y esta vez más agresivo que nunca porque se cree el dueño de la enfermería Como es posible que en Lafarge Cementos puedan tener personal incapaz en un departamento tan importante como la Enfermería. Algunos de esta área hasta desconocen las técnicas para aplicar una inyección intramuscular. El compañero Rubén Flores fue a Enfermería para que lo inyectaran, pero en vez de mejorar su salud, estuvo a punto de ir a rendirle cuentas
al Señor. Al compañero Flores se le produjo un “abceso piojino gigante en el glúteo izquierdo provocado por mala praxis en la aplicación de inyección intramuscular”, según consta en dictamen médico que tenemos en nuestro poder. Cuando comenzó a inflamarse la parte afectada esto le produjo compresión en el nervio siático el cual estaba haciendo que perdiera reflejo y movilidad en su pierna izquierda. A la hora de realizarse su segunda intervención quirúrgica el abceso ya se había reventado y tenía la piel muerta y con olor a putrefacción y a punto de desarrollársele una septicemia o sea contaminación en la sangre. Después de utilizar tantas artimañas la empresa para defender al Dr. de la muerte, el sindicato continúa esperando el esclarecimiento de esta negligencia médica. Como todos sabemos los correctivos de seguridad se hacen con incidentes, pero en este caso la empresa ha hecho todo lo contrario encubriendo a los autores intelectuales de tan horrendo caso que estuvo a punto no sólo de dejar inválido a nuestro compañero, sino que hasta pudo causarle la muerte. Esperamos que no sucedan de nuevo estas negligencias médicas, aunque el Dr. De la muerte este caso tan serio lo toma como chabacanada y no acepta su responsabilidad. Hacemos el llamado a los representantes de la empresa para que se preocupen más y contraten
un medico más serio y responsable.
Tomado de El Cementero,boletín informativo del Sitraincehsa.