A la redacción de la Revista Vida en La Maquila han llegado múltiples denuncias en contra del señor Carlos Ramón Lagos,
jefe de personal de la empresa PRIMA Industries que opera en el parque industrial Concord, antes llamado CHIP Choloma.
Según las obreras el jefe de personal las trata con palabras y frases insultantes y groseras como; “vayanse a la mier…”, “Hijas de la gran pu…” y otras peores, por lo cual lo califican de completo patán.
Asimismo señalan que varias han sido acosadas sexualmente y que a algunas ha intentado pegarles.
Este tipo de comportamientos son contrarios a lo establecido en el artículo 95 del Código del Trabajo donde dice en el inciso seis que los patronos deben “Guardar a los trabajadores la debida consideración, absteniéndose de maltratos de palabra o de obra y de actos que pudieran afectar su dignidad” .
El maltrato del jefe provoca que de parte de las obreras también se pierda el respeto, sin embargo debe tenerse cuidado por que una reacción indebida, como una agresión física o verbal, de la trabajadora puede tomarse como causa para ser despedida sin prestaciones.
Asimismo, cuando una obrera considere que está siendo maltratada físicamente o de palabra o que es acosada sexualmente, debe acudir a las autoridades del trabajo y si los abusos persisten perfectamente puede darse por despedida y el patrono deberá pagarle todas sus prestaciones.
A inicios de año PRIMA suspendió operaciones durante varias semanas, pero regresaron en marzo y actualmente están produciendo al cien por ciento.
En esta empresa las obreras se han organizado en sindicato desde hace tres años pero aún no ha logrado negociar su primer contrato colectivo dada la negativa de los patronos.
El sindicato tiene facultad para interponer la denuncia general ante el Ministerio del Trabajo por el comportamiento de jefe de personal y de cualquier otro jefe.
En el caso de los acosos o abusos sexuales de jefes, mandos intermedios o los mismos compañeros; las responsabilidades también pueden ser deducidas en los tribunales de justicia y cualquier patán puede ser acusado penalmente y llevado a la cárcel.