Luego de año y medio de laborar para en la empresa Gildan Hontex, el pasado 5 de agosto José Javier Murillo Mejía en forma verbal fue despedido de su trabajo por el jefe de relaciones obreras, Mario Vallecillo.
Al trabajador le correspondían 10 mil 700 lempiras en carácter de prestaciones, y tenía ahorrados 4 mil 200 lempiras en una cooperativa manejada por funcionarios de la misma empresa. Según expresó la empresa le otorgó un préstamo de 5 mil lempiras de los cuales ha cancelado 400, pero al momento de liquidarlo la empresa le dedu¬ce el préstamo completo sin restar el monto cancelado.
El mayor problema está en que a pesar de cobrarle el préstamo en la liquidación de prestaciones, los ejecutivos se niegan a reembolsarle 4 mil 200 lempiras equivalente al dinero de sus ahorros en la cooperativa. Asimismo dijo que tampoco le han cancelado el pago correspondiente a las últimas dos semanas que laboró.
Su despido se originó debido a la negativa de firmar una amonestación por incumplimiento a una orden del supervisor Yadill Elias, que a su criterio no correspondía.