Obligada por una enfermedad que la dejó inmóvil de sus extremidades inferiores, Nolvia Patricia Aceituno dejó de laborar en la maquila, y ahora con la ayuda de su madre nace tajaditas de plátano que vende en la comunidad de Ceibita, Santa Bárbara, para mantener a su familia.
Nolvia Patricia, trabajó durante 14 meses en la empresa Lear Corporation, dedicada al ensamblaje de arneses para vehículos, pero el 9 de junio del 2003, comenzó a presentar síntomas de una enfermedad, que la obligó a retirarse de sus labores.
Hoy la ex obrera de la maquila sólo puede caminar apoyada en un andador metálico, ésto, según personal médico del Seguro Social es debido a que la persona con esta enfermedad, manifiesta sus emociones de manera física. Es decir que su problema es mental, no físico.
La enfermedad puede desarrollar una dependencia a los analgésicos o sedantes, una mala relación con el médico y el hecho de no tener un doctor fijo tienden a empeorar la condición.
En febrero de este año, la Comisión Técnica de Invalidez del Instituto Hondureño de Seguridad Social, dictaminó una enfermedad común, con diagnóstico de “trastorno de somatización con la perdida de un 60% de la capacidad funcional”.
Una vez emitido el dictamen de su enfermedad, Nolvia Patricia fue despedida de la empresa, la pérdida de su empleo también la dejó sin los beneficios médicos del Seguro Social. Ella elaboró arneses para lujosos vehículos, que seguramente estén circulando en las grandes ciudades de Estados Unidos y de otros países del mundo. Nolvia ya no produce, por tal razón ya no es importante para los empresarios de la maquila.
En el patio de su humilde vivienda ubicada en La Ceibita, Santa Bárbara, bajo una rústica galera construida con láminas y plásticos, sentada en una silla roja y frente a una mesa de madera cubierta por una carpeta azul donde realiza su trabajo, Nolvia accedió a hablar con Vida en La Maquila
Vida en la Maquila (VM): ¿Cómo sucede su separación de la empresa donde laboraba?
Nolvia Aceituno (NA): Fue el lunes nueve de junio del 2003 cuando me enfermé en la empresa, pero el médico de la fábrica me envió a mi casa, el martes no me presenté porque no pude levantarme, el miércoles me fui al trabajo, pero no pude trabajar porque me puse muy mal, después me enviaron al Seguro Social, desde ese día me incapacitaron.
VM: ¿Que apoyo recibió de la empresa? NA: El doctor Carlos Orellana, médico de la empresa me llevó al Hospital del Valle para hacerme unos exámenes y un médico dijo que mi enfermedad era parecida a una conocida como corea, pero al final no se comprobó que eso fuera. Luego con mi propio dinero fui a la Clínica Bendaña y allí me diagnosticaron una probable laringitis de reflujo, disfo-nía discinética y me recomendaron terapia de voz, inhibidores de bomba, medidas antireflujo.
VM: ¿Cumplió usted con las recomendaciones?
NA: Yo fui a la Teleton pero no me atendieron porque no tenía un diagnóstico del Seguro, entonces eso impidió mi tratamiento.
VM: ¿Yen el Seguro Social que diagnóstico le dieron?
NA: Pues allí me vieron dos médicos, el doctor Mauro Zacapa Neurólogo y el doctor Raúl Zacapa, psicólogo, eldoctor Mauro lo que dice es que estoy loca, pero yo no estoy loca, yo se bien lo que hago y por eso estoy aquí trabajando para mantener a mis tres nijos, ellos todavía están en la escuela y no pueden trabajar.
VM: ¿Aparte del Seguro Social, usted ha buscado atención médica en otro lugar
NA: Pues si, fui a consulta con el padre Milla y el me dijo que era un virus que posiblemente pudo haber sido producido por los químicos de limpieza o por el humo que vierten los clips al pegarlos, pero como él no es médico no podía dar un diagnóstico científico.
VM: ¿ Que tratamiento le recetó el padre Milla para curar su enfermedad?
NA: Me recetó unas medicinas naturales y me dijo que si no mejoraba que me iba a internar en la casa ae salud.
VM: ¿Pero le pagaron sus incapacidades?
NA: Mire, en enero de este año me empezaron a pagar las incapacidades, pero por partes: en la primera me pagaron L. 2,800.00, la segunda de L. 6,500.00 la tercera de L. 1,500, para completar un total de L. 10,800, cubriendo 9 meses que estuve incapacitada, que fue cuando me dieron el dictamen médico. VM: ¿Y sus prestaciones se las 1 pagó la empresa? i NA: Después que me dieron el dictamen médico, me fui para el Ministerio del Trabajo, ahí me atendió la Licenciada Eva, ella ofreció ayudarme, pero vino a la fábrica a hablar y luego vino a mi casa a decirme que a mí no tenia que darme dinero la fábrica, pero que por agradecimiento me iban a regalar la cantidad de 13,500 lempiras y que si no lo aceptaba que lo perdería todo, pues usted sabe que cuando uno no sabe de sus derechos cualquiera lo engaña y yo confié en ella y pensé que era cierto lo que me decía. Me dijo que escribiera lo que ella me iba a dictar y que firmara porque la empresa Lear Corpration me estaba ayudando
Trastorno de somatización
Se caracteriza por síntomas y quejas múltiples que pueden involucrar algún sistema corporal y que persisten por años. Las quejas más frecuentes involucran dolor y problemas crónicos con el sistema digestivo, el sistema nervioso y el sistema reproductor.
Los síntomas pueden presentarse con vómitos, dolores abdominales, diarrea, dolor en las piernas o en los brazo, dolor de espalda, dolor articular, dolor al orinar, dolores persistentes de cabeza, dolor en el pecho, mareos, amnesia, cambios en la visión, parálisis o debilidad muscular, apatía sexual, dolor durante la relación sexual, impotencia, sangrado menstrual excesivo.
Comienza antes de los 30 años, con mayor frecuencia en las mujeres. La in¬tensidad de los síntomas aumenta frecuentemente con el estrés.
El tratamiento es ayudar a la persona a aprender a controlar los síntomas. Usualmente existe un trastorno subyacente del estado de ánimo que puede responder con tratamiento convencional, como medicamentos antidepresivos. El aspecto más importante del tratamiento es la relación de apoyo con un médico con el que haya empatia. Deben mantenerse citas médicas regulares para revisar los síntomas y los mecanis¬mos que está utilizando la persona para vivir con ellos. Se debe hacer un reconocimiento de los resultados de los exámenes con su correspondiente explicación, pues no es bueno decirle a una persona que sufre de este trastorno, que sus síntomas son imaginarios.