Hoy mas de 60,000 mujeres jóvenes de este país, están en la fabricas de maquila frente a una máquina de cocer respirando por aire pelusa de colores, escuchando por palabras de ternura el ruido ensordecedor de las maquinas, saboreando por mieles el amargo de los químicos que usan los tintes, sintiendo la transformación y cambio de color de su piel y contando de una en una las 2000 piezas de la meta que tiene que cumplir, sin parar, no le esta permitido ni siquiera comunicarse con su compañera de a lado, no puede contarle que esta preocupada por el cuidado de su hija, no puede contarle que llega cansada y que se acostó anoche sin comer, que se ha sentido mal y que no puede ir a buscar atención médica.
Este es el »trabajo’’ que nos ofrecen a las mujeres y pasamos a convertimos en una cifra estadística de generación de empleo que enorgullece al gobierno y a los empresarios maquiladores, pero ellos no cuentan en sus estadísticas que el 100% de las trabajadoras tienen cansancio, el 87% se siente débil, el 64% refiere tener insomnio, y el 47% mencionan disminución del apetito. El 74% de las trabajadoras padecen alteraciones de la garganta. El 92.4% tiene padecimientos del sistema músculo esqueléticos. Mujeres que no reciben la atenci6n medica adecuada y oportuna.
Mujeres que cuando ya están enfermas las retiran del trabajo, por no existir en el Código de Trabajo y la Ley del Seguro Social con una tipificación adecuada de las enfermedades que provoca el trabajo en la maquila y las protección y prevención de estas.
A nosotras trabajadoras de la maquila, no nos puede venir a decir el Estado y los empresarios que esto es transparencia, que esta es la salida a la pobreza de las mujeres, cuando además permiten el cierre de fábricas sin el pago de las prestaciones laborales, permiten la existencia de fábricas que deducen la cuota de cotización del seguro social y no la pagan, cuando permiten un salario diferencial por región.
Por eso en honor alas mujeres textileras que en 1905 y 1910 tomaron las fábricas, salieron a las calles a protestar por la explotación y fueron quemadas, nosotras decimos ¡basta!,basta!, construyamos y luchemos por un trabajo digno, con las seguridades y protecciones laborales necesarias que lo convierta en una realización humana.
San Pedro Sula 8 de marzo, 2007