Los riesgos de embarazarse en la maquila

El embarazo es una condición especial en las mujeres, no es ninguna enfermedad ni ningún impedimento para poder trabajar.
Sin embargo se requiere de una atención diferenciada y que se establezcan condiciones adecuadas y seguras para la mujer y el hijo o hija que está por dar a luz.
Para muchas mujeres embarazarse y trabajar fuera de la casa significa el inicio de un largo camino de malos tratos y sufrimiento.

Eso lo vivió Luisa Fernández, quien trabajó durante dos años en la desaparecida empresa maquiladora Kimi de la Lima.

Casi cumpliendo los dos años de trabajo quedó embarazada. Eso en una maquila es algo difícil y riesgoso. En Kimi, como en todas, no se daba cumplimiento al trato especial que el Código del Trabajo manda para las embarazadas. Las metas y exigencias son las mismas.

Luisa fue una de las tantas que tuvo que vivir ese duro trauma. Antes de cumplir los tres meses de embarazo comenzó a sangrar y se reportó en la clínica de la empresa, el médico únicamente le concedió 2 días de incapacidad. Luisa continuó sangrando, pero el doctor le dijo que no podía darle más descanso porque la empresa no lo permitía y que quedaba a criterio de la supervisora de línea si la despachaba para la casa.

La supervisora no quiso ceder el permiso. Luisa continuó trabajando “normalmente”, como si nada ocurriera: sentada en un banco de madera sin respaldar y con el motor de la máquina de otra compañera rozando su espalda.

Al salir de la fábrica tenía que tomar dos buses para llegar a su casa, casi siempre de pie y amontonada con los demás pasajeros. Llegaba a las 7:30 de la noche. Al siguiente día de nuevo a mañanear para estar frente a su máquina a las siete en punto.

El sangrado continuó por ocho días más y Luisa decidió entonces acudir al hospital público de El Progreso. Lastimosamente el médico le dijo que ya no había nada que hacer. Hacía dos días que había perdido a su bebé.
En las empresas maquiladoras y en muchas otras empresas a las mujeres embarazadas se les obliga a laborar jornadas muy prolongadas hasta en horas nocturnas, o realizar actividades no convenientes por su estado.

La adopción de posturas forzadas, el trabajo de pie o sentada por largas horas, la exposición a ciertos químicos, la negación o restricciones para consumo de agua o ir al baño, la obligación a trabajar horas extras, la fatiga y el estrés seguramente son causas de los cientos de abortos entre las obreras maquiladoras.

Artículo 147.- Queda prohibido emplear mujeres embarazadas en trabajos que requieran grandes esfuerzos. Igualmente queda prohibido emplear mujeres embarazadas en los trabajos nocturnos que se prolonguen por más de cinco (5) horas.

Esta sección de salud es patrocinada por La Fundación Hesperian, organización sin fines de lucro que se dedica a mejorar la salud de personas que viven en comunidades pobres por todas partes del mundo.

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