La “Vía Salaria”, fue un antiguo camino construido unos 500 años Antes de Cristo. Este camino fue construido desde la ciudad costera de Ostia, rica en producción de sal, hasta la capital italiana de Roma. Los romanos que cuidaban este camino recibían parte de su pago con sal y se le llamaba
“Salarium Argentum”, que significa agregado de sal. De ahí proviene la palabra salario. En Grecia, el intercambio de esclavos por sal dio origen a la expresión “no vale su sal”.
En ese entonces la sal no sólo se utilizaba para condimentar, sino también para preservar la comida, tal cómo continúa utilizándose en los pueblos de Honduras, especialmente donde no tienen energía eléctrica para refrigerar carnes y otros alimentos. También se utilizaba la sal como antiséptico, o sea como agente que impide la proliferación de microorganismos en los tejidos corporales para prevenir las infecciones y enfermedades.