HUYENDO DE LA REPRESION GOLPISTA
Con el golpe de Estado del 3 de octubre de 1963 miles de personas fueron apresadas, asesinadas o enviadas al exilio. Se reprimió sobre todo a los dirigentes populares, militantes revolucionarios y a los sectores liberales que no eran allegados a los militares.
Para enfrentar a la dictadura surgieron numerosos grupos armados liberales que no duraron mucho tiempo porque fueron desarticulados o porque nunca pasaron de las declaraciones y se disolvieron.
Los revolucionarios de aquel momento, militantes comunistas, también impulsaron una organización que se conoció con el nombre de Frente de Acción Popular FAP. Este operó casi un año en las montañas que desde el municipio de El Progreso se extienden hasta Tela en el departamento de Atlántida.
De esa guerrilla de autodefensa se escribió un testimonio detallado publicado en el libro “El Jute”. Ahí cuenta su experiencia Luis García, un campesino militante que participó en todo el proceso desde inicios de 1964 hasta el 30 de abril de 1965. Luis García murió en 1974.
Otro hombre que estuvo desde que se agruparon los primeros perseguidos y conoce toda la historia del FAP, es José Maria Gómez (Chema Gómez), un campesino que fue parte de los conductores de las acciones de recuperación de tierras desde 1962 en la zona de El Progreso.
Cuenta Chema Gómez que días después del golpe, llegaron a su casa Benito Díaz y Alejandro Chavarría. Ellos vivían en la comunidad vecina de Amapa y se sentían seriamente amenazados por Emilio Díaz, guardabosques de la compañía bananera, reconocido por sus acciones represivas contra los campesinos organizados.
Chema Gómez vivía en el sector de Buenos Aires o Las Chumbas, aunos 10 kilómetros al norte de El Progreso por la ruta de los campos bananeros de la margen derecha del río Ulúa. En el sitio había trece familias que habían logrado recuperar esas tierras hacía apenas unos cinco meses.
Benito y Alejandro se quedaron escondidos en unos guamiles cercanos y mandaron a Chema a la comunidad de El 41, a la casa de Manuel Guerra, donde iba estar un grupo de militantes reunidos. Manuel Guerra fue de la directiva de la primera organización campesina de Honduras. En la reunión estaba Gabriel David que fue destacado dirigente de la huelga de 1954 y Manuel Chavarría también sindicalista bananero. “Deciles que nosotros vamos para San Pedro, que no se acobarden, que dentro de tres días llegamos a tu casa”, le dijo Manuel a Chema.
FUNDAN EL FAP NUMERO 1
Con los días llegaron más perseguidos del campo y la ciudad a Buenos Aires. El Partido Comunista decidió en diciembre crear un grupo armado de autodefensa y días después con nueve hombres se crea el FAP numero 1 en los guamiles de las Chumbas. Cada quien se puso un nombre falso o seudónimo y un numero y se asignaron cargos. El grupo quedó bajo el mando militar de Manuel Chavarría, con el seudónimo de Jesús Rosales (numero uno) y como responsable político Gabriel David, que adoptó el seudónimo de Casco y numero dos. Sólo cuatro de ellos tenían instrucción militar.
Las trece familias de Buenos Aires se convirtieron en su apoyo directo y los alimentaron durante unos tres meses, coordinados por Chema Gómez que usaba el seudónimo de Perales. Enero fue de grandes chubascos. Las condiciones no eran buenas y casi todos se enfermaron de gripes, tos y calentura.
SUBEN A LA MONTAÑA
El escondite estuvo a punto de ser descubierto por pobladores del lugar y el grupo ya contaba con unos 14 miembros, unos cinco eran de la aldea 4 de marzo a unos cinco kilómetros al sur de El Progreso.
Ante la amenaza de ser descubiertos se trasladaron a inicios de febrero de 1964 a la montaña de El Jute, guiados por Chema Gómez que había vivido 3 años en esa zona. Rufino López (Hugo) dijo que el tenía un tío que los podía tener en su terreno. José Moreno, un productor de la montaña, les recibió y los internó indicándoles un lugar donde podían instalar el campamento. Esto estaba a ocho kilómetros sobre la carretera de El Progreso hacia Tela y luego otros nueve montaña arriba.
El sitio estaba cerca de la casa de Aquileo Izaguirre, tío de Rufino, quien colaboró con ellos junto a su familia en todo momento preparando la comida, como correos y facilitándoles víveres que se traían desde El Progreso donde apoyaban varias personas. El campamento en El Jute se bautizó como el FAP numero dos.
NUEVO CAMPAMENTO EN MEZAPITA
El grupo ya contaba con veintidós hombres y quince de ellos se movilizaron el 24 de abril hacia la cordillera Nombre de Dios, en las proximidades de Tela. En la parte de la montaña de la aldea Mezapita establecieron un campamento con apoyo de campesinos del sector, que fue bautizado como el FAP numero tres.
En el grupo había comunistas que se reunían en células a estudiar marxismo – leninismo y eran los que dirigían, otros eran del partido liberal y algunos simplemente perseguidos por el ejército y la policía. Incluso había un exiliado beliceño a quien identificaban como maoísta.
Establecidos en el FAP 3 cuatro integrantes del grupo intentaron robarse las armas y dedicarse a realizar asaltos en Tela. Descubiertos los traidores fueron desarmados y expulsados. Estos eran: Aquilino Inestroza, Zerón y los dos hermanos Paz a quienes se les devolvió un rifle 22 de su propiedad y se les dio dinero para los gastos de regreso. Los hermanos Paz fueron capturados por el ejército y luego fueron usados como guías para ubicar el campamento de Mezapita.
La guerrilla se movió al FAP numero dos. La travesía duró 13 dias, del 27 de julio al 10 de agosto, en condiciones difíciles, con escasos alimentos y cansados por las largas jornadas. En aldea Aguacatal o el aguacate, mientras descansaban y preparaban un cerdo conseguido en la aldea tuvieron un enfrentamiento con una patrulla del ejército llegada del municipio de Morazán.
Al FAP numero dos llegaron desnutridos y cadavéricos. El grupo se dispersó ante la amenaza de una ofensiva anti guerrillera. La mayor parte se fueron con familiares en el Valle de Sula y dejaron fechas para reconcentrarse.
Luis García y otros volvieron para mediados de septiembre como quedó establecido, pero el ejército había capturado a don Aquileo y un hijo y a todos los trabajadores de Manuel Morales, otro productor de la zona de El Jute.
El ejército instaló una base como de trescientos hombres en la comunidad de Las Crucitas, el punto más alto de la montaña y desde allí realizó incursiones por todas partes. Luis y los demás decidieron volver al valle.
LEGALIZADA LA DICTADURA
El 16 de febrero del 65 se realizaron elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente. Las elecciones fueron un completo fraude por parte del Partido Nacional y los militares. En lugar de ser el fin de la dictadura, el 23 de marzo la Asamblea constitucionalizó como presidente de la República al golpista Oswaldo López Arellano.
Había indignación y descontento generalizado en el pueblo. Ello motivó el surgimiento de varios grupos armados de parte de sectores liberales y la dirigencia del Partido Comunista radicada en México, decidió reiniciar sus actividades guerrilleras suspendidas el año anterior.
Pero los grupos armados liberales fueron totalmente inconsistentes. Algunos se quedaron solo en sus fase preparatoria, en proclamas y escaramuzas. Tal parece que más bien se usaron como chantaje para alcanzar otros objetivos. Los diputados liberales se retiraron de la Asamblea por la legalización del dictador el 23 de marzo, pero una semana después comenzaron a presentarse de nuevo.
La represión continuaba, Gabriel David fue capturado por soldados guiados por Aquilino Inestroza, expulsado del FAP. El Paisita uno de los miembros del FAP, del municipio de El Negrito, no aguantó las torturas y soltó información. Don Chema Gómez cayó preso en El Progreso pero nunca dijo nada. Pedro Izaguirre, un sobrino de Aquileo, apareció muerto, supuestamente asesinado por Pedro Calderón, un salvadoreño que era informante del ejército y vivía la aldea Agua Blanca Norte, en el camino hacia El Jute.
Hugo (Rufino López), Romero (Benito Diaz), Jiménez (Lorenzo Zelaya) y Benavides subieron a la montaña el 18 de abril. Después subieron otros 4 grupos y Luis García subió con los últimos el 28 de abril. Manuel Chavarría, el responsable militar, llegaría el sábado y el lunes tres de mayo partirían hacia el FAP 3.
“Yo acompañé a Lorenzo cuando subió hasta El Jute, lo llevé hasta el cementerio de Agua Blanca Norte”, cuenta don Chema Gómez. “Yo había tomado la decisión de incorporarme. Iba a subir con Manuel Chavarría, ya estaba despedido hasta de la familia”, dice.
Manuel y don Chema no subieron. El viernes 30 de abril el ejército asesinó a siete de los alzados, desarmados, porque venían precisamente de desenterrar las armas y ni siquiera las habían desamarrado. Fue el último día de esa guerrilla de resistencia contra la dictadura militar.