LA MAQUILA, UN NEGOCIO EN EXPANSIÓN

La maquila en Honduras, según informes del gobierno, está experimentando problemas de reducción de su producción debido a la situación originada por los atenta­dos del 11 de septiembre en Estados Unidos, a demás de la misma recesión que vive ese país hace más de 6 meses, lo que provoca una disminución del consumo de los productos manufacturados en la indus­tria maquilera de Honduras.
Producto de esta misma situación, cerca de 16 mil trabajadores de la maqui­la han quedado sin empleo y un número importante de obreros han sido suspendi­dos por empresas que aducen falta de materia prima y por estar, según ellos, operando con pérdidas.
El panorama de la maquila, que hoy aparenta una situación de descrecimiento y que según expertos, para el próximo año alcanzará un crecimiento de sólo el 10% y no el 15 ó 20% de los años anteriores, demuestra una disminución relativa, en el sentido que siempre habrá crecimiento y por lo tanto ganancia, lo que expresa que los problemas actuales pueden llegar a ser solo coyunturales.
Así lo ha manifestado el mismo repre­sentante del sector maquilero hondureño, Jesús Canahuati, quien confía que las empresas asiáticas y de oriente, al verse afectadas por el conflicto en Afganistán, decidan producir en el país, aumentando el valor agregado de un 24 % actual a un 35 ó 40 % con la integración de la indus­tria textil, es decir, un crecimiento impor­tante en la generación de empleos.
Por otra parte, gobierno y empresarios nacionales llevan a cabo intensos cabilde­ando y negociaciones en los Estados Unidos para que se amplíe la cuota de los textiles que hoy llega a 2,590 millones de metros cuadrados y 4.2 millones de doce­nas para la Región. Así mismo el gobier­no de Taiwán ha dicho, que este país asiá­tico desea ampliar y diversificar las inversiones en Honduras, no solo en tex­tiles sino en la elaboración de materia prima, así como productos eléctricos y electrónicos.

Por otro lado, Guillermo Matamoros, Director de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, expresó que con la llegada de nuevas empresas maquiladoras se estimulará el crecimiento de las com­pañías textileras radicadas en el país y señaló además, que la instalación de estas empresas permitirá la integración de la industria textilera, que hoy produce teji­do plano y que podrá agregar el tejido de punto.
Por su parte, Eduardo Facussé uno de los empresarios más poderosos de Honduras, planteó recientemente que el país será en poco tiempo el principal cen­tro textilero de Centro América, y que se perfila como un fuerte productor de tela con hilo norteamericano, donde nuestra mano de obra fabricará la tela y la prenda de vestir para el mercado internacional.
El empresario argumentó lo anterior, explicando que la recién instalada empre­sa Caracol, produce 500 mil libras sema­nales y con moderna tecnología espera producir un millón semanalmente, así mismo la empresa Gildan, de capital canadiense, comenzará a instalar en la costa norte una planta que producirá unos 2.5 millones de libras de tela semanales para prendas de vestir a Europa y los Estados Unidos. Esta planta será la más grande del hemisferio.
Facussé manifestó además, que en la actualidad la empresa textilera Elkatex produce más de un millón 200 mil libras de tela semanales que las consumen otras maquilas del país, así mismo, con la ampliación de los beneficios de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, ICC, se disminuyó la cantidad de telas cortadas y producidas en los Estados Unidos, lo que permite mayor repatriación de divisas para Honduras.
Es necesario señalar que nuestra nación ocupa el segundo lugar a nivel mundial en calidad y venta de la industria textil que va para el país del norte, solo para Estados Unidos la maquila hondureña exporta 2,400 millones de dólares anualmente, lo que refleja lo estratégico de nuestro país en la producción de ropa y la posibilidad de integración de este rubro con la elaboración de tela, lo que permi­tiría una rápida expansión de la maquila en un corto plazo.
Por otra parte, la posibilidades de diversificación de la producción maquile­ra en el país, pueden ser alentados por la próxima llegada de empresas mexicanas ensambladuras de calzado y que usará materia prima de ambos países y que pro­meten generar alrededor de unos 20,000 empleos, según lo expresado por Jaime Najarro Elvir, representante del gobierno mexicano.
Es importante señalar que en México operan 3,750 maquiladoras y reciente­mente han amenazado con salir de esa nación por el cambio reglas en el pago de impuestos para operar, además el vocero del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora, Carlos Rósete, afirmó que en México la mano de obra es muy cara al igual que el financiamiento y que no hay capacidad productiva, lo que los hace bus­car nuevas alternativas para invertir en Centro América.
Si bien todas estas promesas de inver­sión extranjera, más las 11 fábricas texti­les que han iniciado operaciones este año y las dos que están en la etapa final de constitución de sus instalaciones, además de las que se esperan que se instalen en el mes de enero del 2002. sin olvidar las recientes concesiones de la Organización Mundial del Comercio, OMC para que Honduras, hacen que la situación coyun­tura! de crisis maquilera en país en un corto a mediano plazo pueda ser resuelto.
Pero aún no esta claro hasta donde los problemas de Estados Unidos afectan realmente a los empresarios que operan en Honduras, existiendo en la actualidad tan­tas oportunidades, expectativas y ofertas de inversión. Eo que sí hace pensar es que la situación sirve para que muchos dueños de fábricas aprovechen el momento para romper sindicatos, hacer suspensiones ile­gales, cerrar operaciones y declararse en quiebra y de esta manera no pagar presta­ciones y acrecentar sus ganancias a costa de las y los obreros hondureños.

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