Aunque pasen los años, el tamo sigue haciendo daño

Doña Elvira salio corriendo de su casa. A unos cuantos metro esta su hija que ha sufrido con un ataque de asfixia o de asma.

¿Qué te pasa Vilma? ¡Hay mama! siento que me ahogo, me duele el pecho Vilma no pudo hablar mas y prácticamente cayo desmayada.

No en tiendo si ella a estado sana ¿Qué habrá pasado? ¿Habrá comido algo malo? , se pregunta Elvira

Inmediatamente trasloaron la mucha desde la aldea de las minas hasta la ciudad del el progreso que esta a diez kilómetros.

Vilma fue ingresada en el hospital y la intervinieron en emergencias. Estuvo internada durante nueve días, y le hacen una radiografía diaria para ver como progresaba. Cuando su mamá pudo visitarla, se entero que le hicieron una una cirugía en el tórax.

“tenia una manguerita que entraba por el lado de la chiche y conectada al pulmón y afuera terminaba en unos botes con unos líquidos”, explica Elvira.

Dice Elvira que alo largo de la manguerita se podían ver una hilachas y pequeñas y muchas de esas se iban acumulando en el bote.

Esos diminutos hilitos en los pulmones de Vilma, son los que estuvieron a punto de matarla ese poco de tamo es la herencia de sus mejores tiempos de juventud en la maquila, “durante seis años”, era el 2002 ella creyó que era asunto de pasado, recuerdos tristes pues hacia cuatro años que había dejado la maquiladoras. En noviembre del 98 los patrones de origen coreano se habían ido a escondidas y abandonaron la fábrica llevándose las prestaciones y los salarios a uno 200 trabajadores. Vilma quedo decepcionada y nunca volvió a trabajar en fábricas.

Durante fue obrera jamás creyó que el polvo de la fabrica le dañaría de tal forma los pulmones, y menos tantos años después. Entonces estaba contenta porque con lo que ganaba ayudaba a mamá.

Recuerda que en Daly, la fabrica donde laboraba, todas tenían al final del día un collar de polvo en el cuello .también se acomodaba en el dobles del zapato y a veces el pelo lo tenia del color de la tela de la camiseta o la prenda que estaban confeccionando.

“sentimos como se acumulaba en la garganta. Uno sentía que se tragaba con la saliva lo que tenia como pegado”, dice.

Nunca les advirtieron de los daños que podría causarles trabajar en condiciones donde respiraban polvo todo el día.

“las mascarillas que daban como papelillos, como no había aire acondicionado con el sudor se pegaba y no se podía respirar bien. Al siguiente día ya no servia y costara que nos volvieran a dar”, agregar Vilma.

Lo mas seguro es que las camisetas, camisas pantalones que Vilma confecciono fueron lanzados a la basura por sus dueños hace mucho tiempo, al no mas pasar la moda. Así asido tratada ella también, y desechada por los que preparan la nueva ropa de temporada, al quedar lesiona de su salud por siempre.

A un dos años después, Vilma mantiene una tos permanente y tiene que estar tomando medicina. Como se ha tiende en el hospital del estado, le dan cita cada seis meses. Desde que la operaron a tenido que gastar mucho dinero en exámenes y medicinas.

Sus sueños de costura

Cuando termino su sexto grado de Educación primaria, Vilma estudio dos años en la academia y aprendió corte y confección. Aprendió el oficio pero no tuvo los recursos necesarios y el equipo necesario para poder trabajar por su cuenta.Ademas, el trabajo en la maquila resulta atractivo, pues tenían fijo su pago semanal.

Ahora vive con su mamá, y tiene a Yeimi su hija de cuatro años y trabaja en casa. Su esposo Miguel Angel Martínez que también trabaja en la maquila, murió cuando la niña tenía seis meses.

Vilma es aun joven, tiene animo para abrir paso en la vida.no quiere para su hija lo que a ella le a tocado vivir.

Unas 15 mil mujeres fueron desechadas en el 2001 de las fabricas maquiladoras. Muchas de ellas todavía estarán sufriendo de los efectos de la prolongada exposición del polvo textil.

El tamo es mucho mas peligroso de lo que parece. Las partículas mas chiquitas, las que ni semiran, se quedan dentro del cuerpo y aunque pasen los años, siguen causando daño.

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